Fue un partido atípico, con muchas situaciones inesperadas. La tristeza que embarga a la familia motagüense en el presente es ineludible, se fue el hombre que abonó en gran medida para conseguir la ansiada copa 14 de su historia; además, los de Diego Vázquez tuvieron que jugar con Wilmer Crisanto de portero! Esto debido a la expulsión de Harold Fonseca con más de un cuarto de hora por jugar.
Los tantos fueron tres, todos los hizo Platense. Sí, las dos dianas ganadoras fueron del exCiclón, Joshua Nieto, al 64; el golazo del triniteco Rundell Winchester, cuando se jugaba el 85; y el autogol de Jeffri Flores, el cual emparejó parcialmente el partido en el Nacional.
Un juego muy disputado se dio en el primer tiempo entre azules y selacios.
El primer tiempo fue feo. Pocas ocasiones, intermitencia inusual en el Ciclón y un orden muy destacado del Tiburón. Aún así todo lo que se puede resaltar fueron las dos oportunidades que tuvo Rubilio Castillo de romper, según algunos, el récord de más goles en la historia del conjunto capitalino.
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Nada de nada. La visita se las ingeniaba para complicarle la vida al dueño de casa y éste no dejaba de insistir de forma infructuosa.
La primera de “Rubigol” fue al 25, cuando de pecho remató desviado tras recibir del “Chino” Discua; la segunda fue un cabezazo al travesaño cuando el reloj cronometraba el 40. Todo... bueno, lo poquito que había, era del subcampeón.
COMPLEMENTO ELECTRIZANTE
El segundo lapso tuvo más cosas que el inicial. Ocasiones, mayor variedad ofensiva de Motagua y, sobre todo, emociones inesperadas por el respetable.
Pero una de las principales se dio al 64, luego de que Joshua Nieto, un nacido en las águilas, castigó a Harold Fonseca y, por qué no, a Diego Vázquez, quien lo desechó en su gestión, con un zapatazo de derecha cuando solo tenía un minuto en el campo y no había tocado el esférico.
Al estilo de la selección de Islandia, Platense celebró su segundo triunfo consecutivo.
El anfitrión intentaba no morir en el intento y se fue con todo en busca del empate. Al 68 estaría cerca, pero el argentino Mayenfisch, erraba increíblemente al rematar débil. Cabe resaltar que en esa jugada Jeffri Flores casi anota autogol. Bueno, del casi pasó al hecho porque....
Se jugaba el 70 y Carlos Discua, el capitán azul, cobró un tiro libre desde el sector izquierdo y se encontró la infortunada cabeza de Flores, que dejó sin opción a Rafael Zúniga al peinar el balón lejos de su alcance.
Sobre el 82 se iría expulsado Fonseca por falta contra Winchester y su lugar lo ocuparía Wilmer Crisanto al no haber cambios. Tres minutos pasarían y ya comenzaría a sufrir al lateral reconvertido a meta, pues el trinitario lo fusiló de zurda y decretó el definitivo 1-2 en el coloso capitalino, que fue silenciado y, si no ocurre una tragedia en el tramo final del torneo, presenció la salvación escuala. Motagua sigue líder, pero deberá defender esa condición en el temible Yankel Rosenthal el próximo fin de semana, cuando haya acabado el “feriado santo”.