Liga Nacional

Jugador tico del Honduras narra los peligros con los que convive en el país

Roy Smith, futbolista del Honduras Progreso, relató al Diario La Nación de Costa Rica, lo duro que es vivir en una las zonas más peligrosas de Honduras

2018-04-03

El defensor costarricense del Honduras Progreso, Roy Smith, contó cómo hace para convivir con tranquilidad en una de las ciudades en Honduras donde a diario se convive con asaltos y homicidios en una charla con el diario La Nación de Costa Rica.

Cuenta que su familia en Costa Rica no quería que se viniera a jugar a Honduras porque según la ONG mexicana Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública y la Justicia Penal, San Pedro Sula ocupa el lugar 26 entre las ciudades más peligrosas del planeta, con una tasa de homicidios de 51 por cada 100.000 habitantes, pero se arriesgó y gracias a Dios vive en tranquilidad.

“La verdad es que pregunté poco, porque entre menos usted conoce más tranquilo vive. Para pasar menos temor y no estar viendo si hay maras o delincuentes, ni me interesa averiguar. Mientras uno no se meta con nadie, pues creo que puede vivir tranquilo”, comentó.

Ver: ASÍ MARCHA EL HONDURAS PROGRESO EN LA TABLA

Él no le dio mente a su futuro; no obstante, su abuelita, Ruth Parks; y su mamá, Sandra Lewis; sí sentían temor, debido al peligro al que se expone el futbolista.

“Mi abuela fue la que más se preocupó, hasta me dijo que haría lo que fuera para que yo no me viniera, ella me iba a pagar mis estudios (bachillerato de secundaria) para que yo pudiera retomarlos y poder estar en un equipo de Costa Rica, pero yo le dije que no podía aceptar la oferta porque quería quemar el último cartucho y demostrarme que puedo rendir”, recordó al diario La Nación.

“Cuando recién llegué sí veía inseguridad en el tema de la delicuencia. Me tocó ver cómo asaltaban a tres muchachas... Unos tipos en bicicleta las apuntaron y pidieron los bolsos. Pero después de eso no he visto más, yo tampoco me expongo mucho”, dijo

Así, cuando Roy va al supermercado, se acostumbró a ver cómo otros ciudadanos se cuelan en la fila, pero él prefiere solamente sonreír y esperar a que toque su turno de pagar.

“Hay sectores donde se manejan las maras, se les llaman territorios... Hay que tener cuidado, pero también uno es consciente que no puede jugar de vivo en un país ajeno; hay que ser humilde. Lo mejor es no exponerse en ningún lugar”, profundizó.

“Una cosa que sí me impactó es que yo iba por la acera y de repente una botella casi me pega... Lo primero que pensé era que me estaban agrediendo, pero después noté que aquí alguna gente cuando termina de comer tira los envases a la calle sin importar nada... Sin importar que esté frente a una casa o dónde sea”, describió.

El desorden e irrespeto a las señales de tránsito se nota en cada esquina, por lo que andar con cuidado y atento es esencial para evitar un accidente. “Aquí el peatón no vale, la señalización del alto es como un siga para ellos, el semáforo sí se respeta un poco más, pero las señales no... Con los cedas es igual, nadie los respeta”; expresó.

Afrontar estos retos de vida y jugar en un torneo más físico y fuerte, hacen que el zaguero se sienta más completo como deportista.