Resultó que como Olimpia era local, la sala de prensa estaba decorada con los colores e instrumentos merengues, detalles denotó incomodidad en el semblante de Diego Vázquez quien se negó rotundamente a tomar con sus manos el micrófono asignado para hablar a través de los altavoces.
Ante ello una segunda persona tuvo que hacerla de asistente del timonel argentino durante la conferencia hasta que esta llegó a su punto final.
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Fuera de ello Vázquez no se dejó llevar por el resultado (2-0) y llamó a la tranquilidad a falta del juego de vuelta.
'Faltan 90 minutos, lo peor que podemos a hacer creer que ya está. Falta bastante todavía', comentó.