Primero fue cuando casi iniciaba el partido, Diego se molestó porque no dejaban ingresar a su hijo al terreno de las acciones. La temperatura estaba alta desde un principio.
Cuando el árbitro Armando Castro pitó el final de los primeros 45 minutos, Alejandro se fue en busca del técnico argentino y de no ser detenido por Deybi Flores, todo hubiese terminado entre golpes.
En repetidas ocasiones se pudo observar cuando el preparador físico llamaba a Diego, llegó y por suerte ambos fueron controlados por los mismos futbolistas.