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El coloso Olímpico Metropolitano debía tener al menos 16 mil personas, misma cantidad de boletos que puso a la venta el Marathón para este encuentro, pero no se vendieron, tal parece, ni la cuarta parte de esta.
Pero todo parece tener una explicación de esta soledad que hubo en el Olímpico, estadio que fue elegido por la Liga Nacional tras cerrarle el Yankel Rosenthal al Marathón para este clásico.
La afición se ausentó para este juego de alto riesgo por todo el ambiente de incertidumbre que giró alrededor de este encuentro.
Los problemas que se vivieron previo al clásico de Tegucigalpa entre Olimpia y Motagua que finalmente no se disputó, hicieron que todo el ambiente antes a este juego se tornara oscuro y de temor.
Otra se las situaciones fue que prohibieron el acceso a los aficionados del Real España, club que era visitante para este clásico de la primera vuelta.
