En un balonazo al área para Jerry Bengtson, la defensa de los Lobos rechazó el esférico y rápidamente armó un letal contragolpe.
Guillén recibió por derecha, avanzó unos metros e hizo la diagonal para sacudirse la marca de Allan Banegas y sacar un zurdazo que picó en el área y se le escapó a Edrick Menjívar para estrellarse en el palo e ingresar a las redes.
El delantero corrió a festejar a todo pulmón su tanto. No era para menos, los Lobos tenían sobre las cuerdas al líder.
En el banquillo Salomón Nazar celebraba la anotación y algunos de lo suplentes se abrazaban.
Pedro Troglio, en el otro extremo, observaba con rostro de incredulidad. El argentino de inmediato hizo ajustes en su equipo.