El grito de gol traducido en esperanza para un equipo que no ganaba desde el 14 de noviembre del 2015, sucedió 860 minutos después como signos de alegría por el mal arranque en su regreso a la Primera División.
Hoy nos referimos al protagonista de esta historia, el mismo futbolista Óscar Alberto Suazo, desconocidos para muchos en el máximo circuito y que apenas suma cuatro partidos en la Liga Nacional.
Suazo tiene 25 años, es oriundo del departamento de Colón radicado en La Ceiba que está tatuado de una historia de superación entre cumplir su sueño como futbolista y siendo empleado de un taller de refrigeración.
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El año 2020 fue uno complicado para el habilidoso volante en el punto alto de la pandemia ya que no percibió sueldo del equipo tras el parón de Liga de Ascenso, pero gracias a su oficio como aprendiz, logró sacar adelante el bocado diario para sobrevivir reparando autos y restaurando refrigeradoras.
'Atiendo a los clientes que traen sus autos para arreglar el aire acondicionado o mantenimiento. Acá hacemos la obra, no estudié esto, yo no terminé mis estudios, llegué aquí y aprendí', nos contaba Óscar Suazo en entrevista para DIEZ.
'Mi luchas son día a día, yo trabajo aquí como en el campo, cada día me esfuerzo más sabiendo que mis metas no se quedan acá', añadió.
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CAMINO DE ESPERANZA
Óscar Suazo debutó con el Victoria a los 16 años en un partido ante Platense y en el 2016 fue parte de la plantilla que perdió la categoría del Victoria en Primera División, sin embargo, se quedó luchando con el equipo hasta obtener su regreso. Ahora con la llegada de Salomón Nazar parece estar gozando de minutos para mostrar su fútbol. El futuro le espera.