Ronnie Brunswijk, no lo detiene ni la edad, el longevo futbolista tiene 60 años de edad y está portando la dorsal 61. Es la primera vez que este personaje participa en una competición de Liga Concacaf, pues antes solamente participó en juegos amistosos.
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El Surinamés no estuvo solo, pues su hijo, Damian Brunswijk, jugando con el número 10 también comenzó de titular el encuentro ante Olimpia. Damian salió de la cancha al minuto 26' del encuentro.
El presidente del club sudamericano, viene de una familia de agricultores, y dejó su aldea para buscar una vida mejor, que con los años se ha convertido en ex guerrillero, futbolista y hasta político del pequeño país ubicado en Sudamérica al norte de Brasil pero en lo futbolístico pertenece a Concacaf.
Brunswijk ha sido condenado por tráfico de drogas en Europa, pero ayudó a que se instaurara la democracia en su tierra natal. Su generosidad le ha valido el apodo de Robin Hood y el culto de sus seguidores, pero ha hecho que muchos surinameses cuestionen la fuente de sus riquezas y sus motivaciones políticas.
El futbolista de 61 años no podrá estar en el juego de vuelta ante Olimpia la próxima semana ya que tiene alerta roja en la Interpol, pues está acusado por tráfico de drogas y no puede salir de su país. Ronnie Brunswijk disfrutó de romper el récord de ser el jugador más longevo en disputar un torneo oficial de Concacaf.