El cafetero formó parte de la tripleta de extranjeros que brillaron en el Honduras Progreso en el pasado Clausura junto al argentino Matías Rotondi y el uruguayo José Barreto, anotando 13 goles en dos torneos en la Liga Nacional, nueve en su última campaña, siendo el sub-campeón de goleo solo por detrás de Jerry Bengston.
Al finalizar su contrato con los arroceros, donde llegó en enero del 2020, disputando dos torneos y medio (Clausura 2020 suspendido por pandemia), el atacante tuvo contactos para llegar a las final del Olimpia, asegurando que había arreglado con ellos, pero le dejaron esperando, algo que aprovechó el Pérez Zeledón, club de la primera división de Costa Rica, para ficharle.
Sin embargo, en suelo tico Agámez no convenció y tras un torneo donde quedaron sembrados en la novena posición, fuera de la postemporada, anotando solo tres dianas en 12 partidos, decidió firmar a sus 27 años con el club ceibeño para volver a Honduras donde jugó 36 encuentros.
Derecho, con un metro ochenta de estatura y con un buen juego de espalda y movimiento al espacio, el colombiano acompañaría en ofensiva a Ángel Tejeda, que ante la no renovación de los argentinos Lucas Lezcano y Elías Garay, junto a la inminente salida de Luis Palma a Europa, urge de un compañero en ataque.
El presidente del Vida, Luis Cruz, había adelantado entre semana que sería un colombiano que llegaría al club para el Clausura, que era el mismo Agámez, y que el otro elemento que se sumaría sería su excompañero en el Honduras Progreso, Rotondi, pero el agente del fútbolista confirmó que que no han hablado con él.