Es más, me atrevería a decir que en muchas ocasiones sus planteles eran hasta superiores en calidad individual.
¿Acaso Irvin Reyna, Reinieri Mayorquin, Marco Vega, Rubilio Castillo, Erick Andino, Carlos Discua, Sergio Vergara, en Motagua, Eder Delgado, Bryan Acosta, Chino López, Nicolás Cardozo, Domingo Zalazar, Bryan Rochez, Luciano Ursino, Jhow Benavidez, en Real España, no son fantásticos planteles?
A esta altura del campeonato Olimpia le lleva 7 y 8 puntos respectivamente a cada uno de ellos, se me hace que es demasiado.
Entonces, ¿dónde está la gran diferencia?
Sencillo, la historia de esa camiseta blanca pesa una enormidad en comparación a la del resto. Real España hasta hace muy poco llevó a los mejores entrenadores del circuito y a penas cosechó un título con Hernán Medford.
Olimpia trajo a Danilo Tossello que jamás había dirigido y metió tres campeonatos seguidos, ¿cómo se explica eso?
A Motagua que se ha jactado de Ramón Maradiaga como el mejor entrenador de su historia, le pregunto, ¿cuántos campeonatos ganó dirigiendo al elenco azul? Si nos regimos por las campeonatos dirigidos el balance final es muy poco por tratarse de un ícono.
Otro ejemplo, Carlo Costly, en su mejor momento vistió la camiseta del Real España, su paso por esa entidad fue mediocre, hoy, después de una larga inactividad, con lesiones de por medio la está rompiendo con Olimpia.
Y así podría seguir enumerando casos concretos. ¿Entonces donde radica la gran diferencia?
En su camiseta blanca, no le den más vueltas, aquel que se pone esa camiseta sabe que tiene que ser el mejor porque su afición no se lo perdonará, sabe que salir segundo es un fracaso, que a veces no alcanza con solo ganar, de ahí que varios entrenadores se fueron aún con títulos obtenidos.
