En esa primera campaña, los parrilleros, que tienen su sede natural en San Pedro Sula, se enfrentaban con el problema de compartir estadio ya sea con el Marathón o con el Real España y buscaron fincar su sede en el Olímpico o Morazán.
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Por esta razón decidieron no competir con los clubes sampedranos y buscaron opciones, vieron Tela como una ciudad en potencia y se trasladaron hasta allá.
Los primeros juegos tuvo el apoyo, pero al final la afición nos los acompañó y tomaron la decisión de marcharse.
Finalmente y después de tanto cabalgar, la última morada del Parrillas One en la máxima categoría fue el estadio de Siguatepeque, lugar al que nunca se terminaron de adaptar y que al final se convirtió en la tumba de este equipo que esperó muchos años para estar en la primera división.
Cabe resaltar que algunos juegos de local optó por el estadio Olímpico en San Pedro Sula, esto fue el Apertura 2014.
