Dos puertas se le cerraron, pero la tercera fue la vencida, Marathón le dio la oportunidad para consolidarse en primera división. Zúniga es un claro ejemplo de superación, demostró que los sueños se hacen realidad si trabajas duro.
En nuestro reto de la semana, el cancerbero se atrevió a meterse en la cocina, todo un desafío para él, ya que las ollas y cuchillos no son su fuerte, ahí nos contó parte de su historia de vida.
¿De capitalino a sampedrano?
Sí, son cosas del fútbol, estuve jugando un tiempo en las categorías inferiores de Olimpia, a los 16 años tuve la oportunidad de estar en segunda, pero las cosas no se me dieron y el profe Amauri y Griffin hablaron conmigo y me consiguieron venir a las reservas de Real España.
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¿Qué pasó en Olimpia, por qué no pudo destacarse y quedarse?
En ese tiempo había bastantes porteros experimentados en segunda división, antes no existían guardametas de 21 o 22 años, sino de 25 a 30 años, entonces había como tres o cuatro arqueros en segunda. Después tuve la oportunidad de jugar en la Selección Sub-17 con el profe Escalante, lastimosamente una lesión en la rodilla me alejó, luego de eso estuve como año y medio sin jugar, prácticamente me había olvidado del fútbol.
Ya no, estoy bien adaptado, más bien ahora cuando hace un poco de frío ando bien “enchumpado”, todo abrigado, ya tengo siete años viviendo en San Pedro Sula, entonces el calor es lo mío ahora.
¿En su adolescencia fue terrible o era bien portado?
Crecí siempre en las cosas de Dios, pero de los 16 a 18 años fui rebelde, soy honesto, fui bastante rebelde, me gustaban las fiestas, pero Dios me puso en el camino a mi esposa, cuando la conocí a ella mi vida cambió, eliminé hasta el celular, me enfoqué en hacer las cosas bien, gracias a Dios ahora tengo una linda familia, un hermoso hijo y una gran esposa.
¿Cómo conoció a su esposa?
La conocí por medio de un primo de ella, él jugaba en liga mayor y yo estaba en segunda en Real España, un día fui a la casa de él a pasear y ahí la conocí, desde el primer día que la vi me gustó, me interesé mucho en ella, ya después iba más seguido de visita, incluso sin invitación, fuimos amigos por mucho tiempo y luego novios y ahora esposos.
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Dicen que la tercera es la vencida, a usted el tercer equipo le dio la oportunidad de consolidarse…
Sí, la oportunidad llegó en Marathón y la estoy aprovechando al máximo, con todo respeto a Buba y Kevin, en este club ha sido la competencia más fuerte que he tenido, tengo un Denovan Torres que me está respirando en la nuca, nunca había sentido tanta presión antes, ni jugando de titular o estando de tercer arquero, así como estuve yo en Real España, así está Denovan queriendo jugar, también Perelló, portero mundialista, está Padilla, el chico de la reservas, ellos son muy jóvenes con 17, 19, 24 y 25 años.
¿Con qué se quedó de su etapa en Real España?
Me quedé con la formación que tuve, aprendí muchísimo. También con la espinita de no poder consolidarme en el equipo, pero bueno, nunca se sabe las vueltas de la vida, quizá algún día regrese a Real España, por ahora estoy mentalizado en Marathón, estoy concentrado en realizar un gran trabajo con el equipo y salir campeón.
Si pudiera arrepentirse de algo, ¿de qué se arrepentiría?
Me arrepiento de haber dejado de entrenar un año y medio, de haber bajado mis brazos, me arrepiento de haber andado jugando durante ese tiempo potras y “barrileando” como se dice, creo que si ese tiempo lo hubiese aprovechado al máximo entrenando, quizá mi carrera como futbolista hubiese comenzado antes, habría tenido más oportunidades de consolidarme.
Todo jugador debe estar mentalizado que la carrera de futbolista es corta, que cuando se le da una oportunidad hay que aprovecharla al máximo, es raro el técnico que te da dos o tres oportunidades, en esta profesión debes tener una mentalidad ganadora. A mí, por ejemplo, es muy difícil que alguien me pueda desanimar, muchas personas me han dicho que estaba perdiendo mi tiempo, que soy malo, que de pura guasa llegue a Marathón, pero como le he dicho a mi familia, lo negativo me entra por un oído y me sale por el otro, lo que vale es que yo tengo confianza en mí mismo.
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¿Es creyente?
Dios es todo para mí, es el que me da todo, yo sin él no soy nada.
¿Se le sale el diablito dentro de la cancha?
Usted sabe que perfecto solo Dios (entre risas), hay momentos de cólera, de enojo donde se le sale las malas palabras, cuando eso sucede le pido perdón a Dios.
¿Este Marathón está para campeón?
Tenemos un buen equipo y estamos para grandes cosas, tenemos la confianza y la capacidad para dar la pelea, el torneo anterior nos veníamos conociendo y llegamos hasta la liguilla, ahora que nos hemos asentado más, las cosas están saliendo aún mejor.
Metas para este 2016:
Tengo la espinita de no haber jugado el premundial Sub-17, una lesión me quitó el sueño en ese momento de jugar un mundial. Mi meta ahora es llegar a la Selección y participar en un mundial, no sé si lo lograré este año, pero comenzaré a sembrar hoy para cosechar mañana.
