Liga Nacional

Roberto Riascos: 'No me gusta que me digan satanás”

Roberto Riascos, ariete colombiano del Vida asegura que si no fuera futbolista sería pastor evangélico y le pide a sus compañeros que lo llamen pantera en vez de diablo.

2015-03-20

El delantero colombiano del Vida Roberto Riascos, de 22 años de edad, confiesa que si no fuera futbolista sería un pastor evangélico, porque siempre ha sido un hombre muy religioso.

Actualmente lleva seis goles en el torneo Clausura.

También explica que siempre le ha gustado mostrar su fe durante los partidos a través de las camisas con frases religiosas y apuntando con los dedos al cielo, así lo hizo en la décima jornada al marcar un hat trick ante Honduras Progreso.

“Me he abocado a la Biblia, sobre todo cuando las cosas no salían bien, Dios siempre ha estado en mi vida y en las adversidades nunca falla, él rescata a las personas si están perdidas o te orienta hacia un camino mejor. Le doy gracias a él, porque no me ha abandonado”, explicó.

“No me gusta que me digan satanás, porque soy hijo de Dios; a mis compañeros de equipo les menciono que no lo hagan, me gusta más pantera”, reiteró.

ORIGEN DE SU APODO
El ariete cafetero recordó que fue Víctor Ortiz Arzú, quien le colocó ese sobrenombre.

“Al principio no me incomodaba, pero después sí porque soy muy cristiano, ese apodo es negativo”, siguió.

Riascos nació en Buenaventura, Colombia, y hace ocho meses llegó al país para integrarse a las filas del Vida, al principio estuvo oculto entre los suplentes casi dos torneos a la espera de brillar, aunque incluso pensó en irse del país.

“Casi no he sufrido en la parte de estabilidad, lo complicado fue que no estuve jugando durante mucho tiempo, hasta pensé en marcharme. Entré en desesperación, aunque he tenido mucha paciencia. No quería ser uno más, siempre quise demostrar mis condiciones. Le pedía mucho a Dios que me diera serenidad para tomar las cosas con calma”, reflexionó.

Riascos fue pieza fundamental en el triunfo del Vida ante Honduras Progreso al anotar un hat-trick que le dio tres puntos vitales al rojo.

Los goles contra Honduras fueron importantes para mí y para el equipo, espero no quedarme ahí, quiero seguir anotando para cerrar la temporada como máximo goleador del torneo, esto es de perseverancia y seguir mejorando, creo que estos tres goles solo es el inicio, espero repetir contra Olimpia”, advirtió.

CASI PIERDE UN DEDO
El colombiano no olvida el accidente que sufrió hace dos meses cuando estuvo a punto de perder el dedo meñique de la mano derecha.

“Previo al partido contra Real España le ayudé a Valerio a subir su moto en la paila de un carro, él la cogió de la parte del frente y yo de la parte de atrás, pero el disco de la moto me partió el dedo a tal extremo que tuve que ser intervenido para que me lo reconstruyeran”, recordó.