La acción se dio después que el delantero Yustin Arboleda cometiera una falta sin balón a Nelson Muñoz y era meritoria de expulsión, y al ver que la árbitro Melissa Pastrana le sacara amarilla a Kervin Arriaga, en lugar del colombiano, el timonel del Real de Minas reclamó al cuatro árbitro.
Pero cabe mencionar que en dicho momento Héctor Vargas también decía que no había nada, y eso molestó más a Cáceres, por lo que comenzó el palabreo y con gestos (con sus manos) de reto entre ambos.
Ambos entrenadores habían mantenido la calma en el encuentro, pero el resultado adverso de los mineros puso un poco tenso a Cáceres y del lado de los verdes, Vargas temía quedarse con un hombre menos.