Fuentes cercanas al jugador del Liverpool afirman que ya habló con los jugadores y directivos sobre la decisión que analiza tomar. Salah está molesto porque considera que se le está 'usando como un símbolo político' durante este Mundial de Rusia.
El futbolista musulmán más famoso del mundo está más que todo molesto con un banquete que el equipo recibió por parte del líder checheno Ramzan Kadyrov, que usó la cena para conceder a Salah el título de “ciudadano honorífico”, según las citadas fuentes.
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La Federación Egipcia de Fútbol publicó en sus redes sociales varias fotos de la recepción y en una de ellas se ve a Kadirov y Salah estrechándose la mano, sonriendo y con el jugador regalando una camiseta dedicada al dirigente.
Ramzan Kadirov 'concedió la ciudadanía chechena honorífica a la estrella del equipo nacional', señaló la Federación Egipcia en sus textos acompañando las fotografías.
Dos días antes del Mundial, otra foto de Salah estrechando la mano de Kadirov ya había hecho correr ríos de tinta y había suscitado críticas por parte de organizaciones de defensa de los Derechos Humanos.
Al elegir como lugar de su concentración mundialista la ciudad de Grozni, capital de Chechenia y lejos de las sedes del torneo, Egipto optó por alejarse de los grandes focos mediáticos. El hecho de que el final del ramadán coincidiera con el inicio del Mundial también pudo tener su peso en la elección de esa ciudad.
Chechenia, de mayoría musulmana, está dirigida con mano de hierro por Kadirov, que está apoyado desde Moscú por el presidente ruso, Vladimir Putin. Las organizaciones internacionales en defensa de los Derechos Humanos denuncian regularmente graves ataques a las libertades en ese territorio.
'El Messi del Nilo', de 26 años y estrella del Liverpool, llegó lesionado al Mundial-2018, después de dañarse un hombro en la final de la Liga de Campeones perdida por los Reds contra el Real Madrid (3-1), el pasado 26 de mayo en Kiev.
No jugó el primer partido ante los uruguayos, pero sí fue titular en el segundo frente al rusos, sin poder evitar sin embargo la derrota de los norteafricanos.
