Los elementos de la policía llegaron y asaltaron la emisora para detener al comunicador quien se encontraba refugiado en el medio de comunicación. Cabe mencionar que Romero no opuso resistencia para su captura.
Los periodistas que cubrían la noticia, entre empujones, golpes y gritos, captaron las imágenes cuando los policía gritaban como si estuvieran tras la captura de un criminal y se observó como botaron dos puertas y sacaron por la fuerza a Romero.
Algunas imágenes son elocuentes y se observa como Romero salió tranquilo de la radio y fue subido en una patrulla de los Tigres y trasladados a los tribunales donde tendrá que rendir cuentas a la justicia hondureña que lo acusa de delitos contra el honor.