Miguel Ferrera: 'Me dijeron que nunca volvería a practicar deportes'

'Me dijeron que no podía volver a practicar deportes nunca más”, fueron las palabras que escuchó de sus médicos hace algunos años el luchador hondureño, Miguel Ferrera.

Sin embargo, dichas palabras quedaron en el olvido. El éxito de Miguel a lo largo de su carrera ha sido memorable. El año 2017 fue testigo de ello. Entró al Salón de la Fama de Taekwondo y fue condecorado como el Mejor Atleta Masculino de los Juegos Centroamericanos que se realizaron en Nicaragua. Logros que la afición reconoció y lo dejó en manifiesto en las votaciones de los Premios DIEZ.

“Estoy muy agradecido por este reco nocimiento. Con solo la nominación ya me sentía bastante honrado viendo cómo la gente estuvo votando polémicamente allí. A veces estaba arriba en otras abajo. Pero al final fue le resultado que la gente escogió”, comenzó diciendo el atleta.

Al menos tres décadas lleva Ferrera en esta disciplina y lo largo de ello asegura que posee una colección de más de 330 medallas que guarda su madre. Pero que todas ellas hay una en especial.

“La dueña de esas medallas es mi mamá. Ella es la que se encarga de cuidarlas. Todos los reconocimientos que tengo detonaron un reto. Cada medalla es importante, sin embargo yo siempre considero que tienes que valorar el último esfuerzo y este caso para mí fueron los Juegos Centroamericanos 2017”, confesó Ferrera.

NO ERA BUENO EN FÚTBOL

Miguel admitió que a temprana edad se dio cuenta que lo suyo no era correr detrás de un balón.

“Es una cuestión de personalidad. No soy bueno para el fútbol. Cuando salía a jugar con mis amigos era el último a quien escogían. Pero no era para mí. Y así como no lo fue para mí, no es para muchos jóvenes”, agregó.

Hoy su pasión por las artes marciales lo han llevado a otro nivel, como el Salón de la Fama en Croacia.

“Es un reconocimiento muy importante en mi carrera. No tenía conocimiento de cómo funcionaban las nominaciones, ni de cómo se hacían. Ahora ser considerado un promotor y difusor del arte marcial en Honduras es muy importante ya que estás considerado como un referente no solo para las generaciones actuales sino que futuras. Eso me llena de mucho orgullo, motivación y compromiso para a hacer las cosas bien para dejar un bonito legado. El legado del esfuerzo”, comentó lleno de entusiasmo.

CON LA MENTE EN TOKIO 2020

Ahora a sus 36 años el reto de Ferrera es competir por tercerca ocasión en unos Juegos Olímpicos. Esta vez en Tokio y asegura que su edad no le será un problema: “Antes se pensaba que la edad era una limitante en el deporte. A mí me ha beneficiado mucho que comencé este deporte a una edad muy temprana. La edad es solo un número. Lo que determina todo es la actitud y vamos a llegar con más años, pero también con más experiencia”, concluyó.