“Han sido días muy alegres, emocionantes, regresar a casa con dos medallas, todo el mundo me ha felicitado y me ha deseado lo mejor”, reaccionó el medallista olímpico, luego de su hazaña en el país del tango.
Los familiares de Espinosa le han hecho saber lo orgullosos que se sienten de su logro. “Mi familia me ha felicitado mucho, me dicen que soy un ejemplo para seguir y todos mis amigos que, a pesar de que han partido al extranjero, por medio de las redes sociales se dan cuenta de todo y me han felicitado y me han deseado lo mejor’’, confió.
INFANCIA DISTINTA
En Honduras lo más común es que a un niño le den un balón desde muy pequeño, pero para Pedro, a pesar de venir de una familia en donde el fútbol les corre por las venas, desde los seis años él comenzó a sentir el deseo de ser un gran jinete impulsado por su progenitora, Karen Atala, quien también ha dedicado su vida entera al ecuestre.
“Con mi hermano mayor, que no es tan aficionado de los caballos, siempre jugué fútbol, basquetbol, pero no era muy bueno que digamos ja,ja, ja”, nos contó entre risas.
Además, confesó quién es la persona responsable de su pasión por los corceles. “La verdad fue mi mamá la que empezó a meterme la idea de montar a caballo ya que ella desde chiquita siempre montaba y, pues, me transmitió ese mensaje a mí’’, relató emocionado durante una amplia plática que sostuvimos en las instalaciones del establo La Herradura, en las afueras de Tegucigalpa.
Pedro ha llenado de orgullo a su familia, pero sobre todo al país, que ha visto con buenos ojos sus logros.
ALGO MÁS...
ROFESIONAL
En 2012, la vida cambió para Pedro José y es que fue en ese año que conoció a quien es hoy su entrenador. “Tenía 12 años y gracias a Gonzalo Gamboa (mexicano), el deporte empezó a crecer en el país, todos los jinetes evolucionaron y fue el que nos movilizó a concursos internacionalmente y gracias a él, fue que yo decidí tomar este deporte de una forma profesional’’.
VA POR TOKIO
Uno de los principales objetivos de Pedo Espinosa es clasificar a los Olímpicos de Tokio en 2020.
