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Lo bueno, lo malo y lo feo: Análisis de lo que dejó la pelea entre Teófimo López y Vasyl Lomachenko

La pelea del año entre Teófimo López y Vasyl Lomachenko dejó mucho que desear en el espectaculo boxistíco.

2020-10-19

La pelea entre Teófimo López y Vasyl Lomachenko, la cual consagró al hondureño como campeón de peso ligero, quedó a deber en muchos aspectos sin llenar completamente lo esperado, quedándole grande al final tanta expectativa, y sobre todo dejando muchos apuntes para el análisis. Bernardo Pilatti, experto en boxeo, ha plasmado sus opiniones respecto a la pelea.

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La primera y más importante revelación fue que a Lomachenko finalmente le alcanzo la realidad, ya que no es un peso ligero natural, quedándose corto con su calidad para compensar las carencias naturales. Sus golpes no lastiman, y si no puede acumular golpes por miedo a la respuesta, es inútil pensar que su boxeo lo lleve al éxito si insiste en permanecer en una categoría ajena a sus límites físicos.

De otro lado, era indudable que llegaría ese momento en que otra esquina con gran inteligencia táctica sabría cómo aprovechar las limitaciones de Loma y le bajaría a tierra toda su osadía. El equipo de Teófimo López con Joel Gamache a la cabeza supo ver al enemigo, entendió claramente como vencerlo, logrando fortalecer el ADN boxístico de Teó. Lo planearon, supieron ejecutarlo y consiguieron la victoria.

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La estrategia le dio la victoria a López, siendo tal vez por eso una pelea mala, aburrida, fría, de pocas emociones, pero que hizo el deleite a la audiencia que defiende con uñas y dientes la escuela técnica, la de pocos golpes e intercambios y utilizar los errores del rival para vencer a partir de ellos y no desde las propias virtudes. Al fin y al cabo, la estrategia es la razón por la que Teófimo López tiene todos los títulos del peso ligero.

Foto: Diez


Teófimo López posando con sus títulos mundiales AMB, OMB, CMB y FIB de la categoria peso ligero.

El ahora campeón mundial unificado hondureño dejo de lado su boxeo explosivo, lleno de fuego y metralla en el camerino, enfrentando a su rival en el ring con las mismas herramientas. Primero, López anulo los caminos por los que Vasyl confunde a todos sus rivales, siendo la parte lateral, posteriormente, le mostro el ‘jab’ de manera prepotente para evitar que Loma entrará de manera frontal, anulando su base para pegar primero.

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Teófimo evitó a Loma desde la segunda distancia ejecutando un ‘jabeo’ permanente, dando pasos cortos para enviar la metralla larga a la zona media y regresando a esa segunda distancia sin abandonar la iniciativa en la ofensiva, evitando arriesgar más allá de lo necesario. López cortaba el cuadrilátero, pero no completaba la maniobra, apenas completaba cuando podía, marcaba puntos y controlaba la pelea, llevando Lomachenko hasta su territorio mínimo, del cual no pudo salir.

De esa manera Teó se llevó la mitad de la pelea, por lo que apareció su otro acierto en la pelea, el cual fue no permitirle rehidratarse al máximo, para así llegar más liviano y con gasolina para el doceavo asalto, o sea, para ganar en las tarjetas, lo que finalmente terminó consiguiendo.


Lo bueno, lo malo y lo feo

Lo bueno respecto a esta pelea fue el resurgimiento de muchos fanáticos que suelen aparecer solamente en este tipo de grandes eventos, siendo ellos quienes le dan ese rico ambiente de multitud. Este tipo de aficionados le hacen bien al boxeo por el tipo de pasión que le dan, ya que finalmente, el boxeo habrá ganado nuevos adeptos, lo que sostiene la supervivencia de este deporte.

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Lo malo fue la pelea, que fue 100% táctica, siendo lo que enamora del boxeo de Teófimo, su explosividad, quedando en el camerino. De esta manera, la mayor incógnita es si este será el boxeo que mostrará López de cara a sus próximas peleas, porque de ser así, su éxito le puede jugar una mala pasada.



Lo feo sin duda alguna es la situación del cinturón franquicia, un verdadero mamarracho sin pies ni cabeza. El cinturón se convertirá en un verdadero dolor de cabeza para el Consejo Mundial de Boxeo, que deja en el limbo la credibilidad de este organismo. Nadie sabe cuál es la condición de Teófimo en el consejo, pero si se asemeja a lo de Canelo Alvarez, el otro franquicia, nos espera un verdadero desastre, que para colmo, se convirtió en un laberinto sin salida desde hace mucho tiempò para el presidente del CMB.