Sin embargo, la oriunda de Tegucigalpa nacida el 19 de marzo de 1999 ha decido dar un paso atrás temporalmente a lo que ella más ama, dejando así su chance de asistir a sus segundos Juegos Olímpicos, esta vez en Tokio 2021, por circunstancias desfavorables para su persona y al deporte en el país.
VER: ¿Quiénes son los atletas hondureños que buscan el boleto a Tokio 2021?
Desde marzo que la pandemia del coronavirus azotó el país, la vida no ha vuelto a ser la misma para muchos atletas, especialmente a los nadadores de la capital, quienes desde hace más de 13 meses no cuentan con una piscina donde poder entrenar, según comentó Pastrana a DIEZ.
“Hicimos el pilotaje para abrirla en octubre y no se avanzó, yo tenía membresía en un gimnasio donde tenía piscina, pero cerró y desde entonces no tengo un lugar para prepararme. La Villa Olímpica en Tegucigalpa aún tiene ropa de gente refugiada en su cerco, cosa que ha estado desde los huracanes en noviembre y supuestamente la piscina no ha abierto porque falta un generador de luz. Tiburones (su academia) ha estado buscando un patrocinador, pero es complicado por la situación actual. Hemos llegado hasta este extremo de pedir ayuda extender ya que las autoridades no han tenido intenciones de reiniciar y volver a la normalidad poco a poco en la natación', dijo.
Sara se encontraba en su tope antes del parón, entrenaba aún mejor de cuando lo hacía rumbo a Rio 2016 donde logró una marca B con apenas 17 años. Para ella, como muchos de sus compañeros, el impacto de ver como sus sueños y metas se derrumbaban de momento fue difícil, y es que de un día para otro todo cambio, y hasta la actualidad todo sigue igual
“Mi equipo Tiburones ha buscado la manera para que los nadadores se vayan integrando, pero la verdad es que por cosas que pasaron por el Comité Olímpico que pedí apoyo y no me dieron respuesta, sentí que me iba a frustrar si nadaba y no me lograba verme competitiva para las olimpiadas. Así que decidí tomarme una pausa para reflexionar y descansar, volver a poner los pies en la tierra para pensar si en realidad la natación es mi futuro. Como nadadora olímpica que soy, sé que no estoy en condiciones y he decidido dar un paso atrás”.
“Siento que mi aporte hacia mi familia ha sido nadando y en estos momentos he encontrado otra manera de hacerlo y son aquí en Tegucigalpa, es por ello que no me he ido a otro lugar a entrenar porque realmente no valdría la pena, nadie me ayuda a cubrir gastos y hospedaje, y no es justo que yo deba hacer todo esto sola”, continuó.
VER: Los estragos que ha causado la pandemia en el deporte de Honduras a la víspera de Tokio
Pastrana aseguró que envió varias notas al Comité, siendo la primera de ellas en octubre donde pidió auxilio económico para reanudar su entrenamiento pero esta petición fue ignorada, causándole indignación y decepción de la manera en cómo las autoridades “se han olvidado” de lo que ella ha hecho por el país.
“Yo mandé mi primera nota de auxilio al Comité Olímpico en octubre donde pedía que me ayudaran con 600 dólares para solo poder empezar mis entrenamientos con gimnasio y piscina, realmente no les prometía llegar a los Olímpicos, si no a los Juegos Centroamericanos, pero no recibí ni un sí, ni un no o un tal vez. En diciembre volví a mandar otra nota porque me sentía olvidada y que habían ignorado todo lo que yo había hecho por Honduras, siendo una nadadora olímpica y ocho veces medallista centroamericana. Solamente me llamaron de una manera informal, contrario a lo que hice”, explicó.
Las aspiraciones de Sara para optar por una medalla en Tokio desaparecieron, y en su lugar irían competidores que a su parecer no representan en su totalidad a Honduras, pues ni siquiera dominan el español.
“Yo en Río logré hacer la marca B y lo lógico era pensar que para este torneo iba a hacer las cosas aún mejor, pues lo que había conseguido me podía haber ayudado a ser invitada a la competencia. Somos 5 nadadores que antes de la pandemia estábamos buscando clasificar a Tokio, tres hombres y otra mujer, pero solo un chavo y yo nacimos en Honduras, nos sabemos el himno y nos hemos formado acá, por lo que me parece irónico que quienes vayan a representar al país sean personas que ni siquiera pueden hablar español, pues ellos son de Estados Unidos y solo dominan el inglés”, confesó.
VER: En Japón planean cancelar los Juegos Olímpicos si la pandemia empeora
Para finalizar, Pastrana dejó en claro su frustración respecto a no poder representar de nuevo a su país en el máximo evento de atletismo, arremetiendo contra las autoridades nacionales que le han dejado en la órbita del retiro, pues piensa que no apoyan como deberían a los deportistas y complican su díficil situación en vez de ayudarla.
'Solo yo de esos cinco ha ido a unas Olimpiadas y se encuentra actualmente en el país. Mientras haya nadadores en el extranjero el Comité estará muy bien gracias, los enviarán y no reanudaran la situación acá. Todos ellos son unos calienta bancas, estoy cansada que un par de señores tengan el control de nuestra vida deportiva, ellos están gracias a uno a ahí y ni siquiera nos dan las gracias, en vez de facilitarnos las cosas nos la complican. No hay un apoyo para los deportistas en general, solo para quienes ellos consideran que deben ser apoyados, y no por su rendimiento', concluyó.