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Mariano Rivera, expelotero de los Yankees: 'Me enamoré de Honduras y de su gente'

El exbeisbolista panameño de las Grandes Ligas, Mariano Rivera, visitó Honduras para llevarle ayuda a varias familias.

2021-08-31

Mariano Rivera, una de las grandes leyendas de las Grandes Ligas, es panameño de nacimiento pero catracho de corazón. El expelotero de los Yankees de Nueva York volvió a visitar Honduras, esta vez para montar un proyecto de ayuda por medio de su fundación en la zona alta del Merendón.

'The Sandman', que también está en el Salón de la Fama, aparte de realizar su viaje para conocer la situación de las familias, se dio un espacio de una media hora antes de emprender vuelo hacia Estados Unidos y compartir con un grupo de niños que se dieron cita en el Diamante, estadio de béisbol del complejo Olímpico de San Pedro Sula.

Al momento de hacer presencia, los infantes, que llevaban pelotas y guantes alusivos al béisbol, quedaron perplejos al ver a una de las máximas referencias de este deporte. Mariano Rivera les dio unas palabras para instarlos a perseguir sus sueños. 'El béisbol para mí ha sido, más que una bendición, una escuela, un sacrificio, una dedicación que todos tenemos'.

Foto: Diez



'El bésibol es disciplina... es muy importante el amar el deporte, nos encarrila y nos prepara para ser mejores ciudadanos. Comencé a jugarlo desde los seis años y al verlos a ustedes me remonta a aquellos tiempos, compartir con ustedes es un privilegio', les dijo el ganador de cinco Series Mundiales.

'ME ENAMORÉ DE HONDURAS', MARIANO RIVERA

Ya en entrevista con DIEZ, Mariano Rivera fue más enfático en cuanto a su visita a Honduras. 'Ya son varias veces que he estado aquí. Vine a hablar de unos proyectos que tenemos para ayudar a la comunidad específicamente allá en el Merendón. Tengo muchas amistades catrachas que amo. Honduras ha venido a ser muy especial para mi y para mi familia', comentó.

'Contento de estar acá para compartir con los niños, lastimosamente no tengo tiempo suficiente, voy saliendo para Estados Unidos, pero cuando regrese Dios primero tendré mucho más tiempo para compartir con los jóvenes', expresó el expelotero.

Foto: Diez



Consultado el porqué su amor con Honduras, respondió. 'Mis amistades me hablaron mucho de Honduras y no solo me quedé con eso, quise venir a experimentarlo. Llegando aquí miré el corazón de la gente, lo amable que son y me enamoré de eso. En el área donde estamos trabajando, allá arriba en el Merendón, hay familias buenas, familias que son trabajadoras y eso me encanta porque me recuerda al pueblo donde nací en Panamá. Por eso me enamoré de Honduras y de su gente'.

Mariano asegura que sus ayudas mediante su fundación no solamente son en el país catracho. 'En otros países también ayudamos, en Guatemala, queremos regresar a Nicaragua, a El Salvador, en realidad estamos enfocados uno a uno, no podemos extendernos mucho, queremos hacer algo bueno con una fundación la cual podamos seguir trabajando y trabajando, y luego movernos, pero estamos enfocados en lo máximo que podamos hacer. Trabajar y ayudar es un regalo de Dios'.

Asimismo, recordó su época de niño cuando soñaba llegar a las Grandes Ligas y es por eso que es muy apegado a los jóvenes, pues de su legado, quiere motivarlos a que persigan lo que tanto sueñan.

Foto: Diez

'Estar aquí me remonta a mi niñez, yo no tuve la oportunidad de poder tener un Grandes Ligas o un atleta que me visitara pero sí recuerdo cuando una vez llegó la Policía Nacional a dejar unos juguetes a mi pueblo, me regalaron un trencito, eso lo he recordado toda mi vida y le doy gracias a Dios por eso, porque lo que podemos hacer es ayudar y trabajar con la comunidad y nuestros niños. Para mí es un privilegio trabajar para ellos', dice.

Finalmente dejó un mensaje para todos. 'Mi mensaje para los hondureños es que hay decidirse, atreverse, hay que soñar grande y buscar la dirección de Dios primero, la palabra dice que buscar el reino de Dios y su justicia, primero, y después todo vendrá por añadidura, así que si hacemos eso vamos a estar bien. Mi deseo no es que tengamos uno, dos, tres, sino muchos hondureños en Grandes Ligas, o jugando fútbol o cualquier deporte, siempre y cuando se haga con honra y gloria para Dios'.