De barba y chaqueta negra, es la versión más “macha” que uno pueda encontrar de Miguel Caballero Leiva. Sin embargo, sigue siendo una mariposa que aletea libremente entre los cuadros de Marylyn Monroe y las butacas en forma de zapatos con tacón que hay en su oficina.
La Diva, como le gustan que lo llamen, pide un segundo antes de iniciar la entrevista. “Me tengo que maquillar. Ando demasiado pálido”, dice, y se mete a un rinconcito.
“Bueno, ya estoy listo... Lo van a criticar por entrevistarme”, dice Miguel. Se sienta y empieza a coquetear y a bromear. Y yo, como no tengo prejuicios de ningún tipo, le sigo la corriente y durante más de una hora la paso bien con el personaje más famoso de la farándula hondureña.
Cerca de cumplir los sesenta... ¿Cómo se siente?
Ja, ja, ja, qué malvado, uy, qué malo. Ni he llegado a los cincuenta.
Era una broma. Hablemos de fútbol. El próximo Mundial es en Brasil, un país que le trae bonitos recuerdos.
Sí. Quiero ir a Sao Paulo, voy a estar allí, seguro. Yo viví muchos años en Brasil, de 1976 a 1987.
¿Y fue en Brasil que tuvo a su primer amor?
Mmm... Digamos que sí. Fue el primero que me exprimió sentimentalmente.
¿Es decir que es un país determinante para usted?
Sí -dice Miguel acomodándose los anteojos-. Allá me hice ingeniero químico y saqué una especialización en análisis de aguas, conocí el amor, descubrí mi lado artístico...
¿En Brasil es donde asume su verdadera personalidad, sale del clóset, por así decirlo?
¿Cómo así, ah, cómo así? Ja, ja, ja…Sí, allí me acepté. Aunque creo que uno no sale del clóset; a uno lo sacan. Mi viaje a Brasil facilitó un poco que yo me aceptara, porque allá la comunidad gay es más abierta, más unida, hay más espacios.
¿Usted llega a Brasil y se acepta de inmediato?
No. Yo estuve los primeros tres años llevando una vida, si se quiere, normal. No es que llegué a Brasil y dije “Vengo a ser gay”. No, no fue así.
¿Si no hubiera ido a Brasil, sería heterosexual ahorita?
Me hubiera casado con una mujer, tendría hijos y me ya habría conseguido un chavo, así como hacen muchos…
¿Aquí en Honduras?
Uy, sí. De esos hay montones. Yo tuve novias antes de aceptarme totalmente como gay. Yo te voy a decir algo: yo creo en el amor. Yo soy positivo, me renuevo constantemente y disfruto a las personas que se acercan y me quieren dar cariño.
¿Le gusta estar enamorado?
Sí, aunque ahora soy más controlado hasta en eso.
¿Y antes?
Era más apasionada.
Tengo una duda... ¿Cuando hablo con usted, lo debo tratar en masculino o en femenino?
Normal... Usted sabe que me gustan los chavos, así que no me va a preguntar por mujeres.
¿Jugó fútbol?
Sí, en Brasil jugué en el equipo de futbolito de mi universidad. Era bueno para dar y detener rivales. Yo era defensa. Muy fuerte para jugar. Me decían el Gringo...
Alguna gente, cuando lea esto, dirá “Pero el fútbol es para hombres”...
En esa época todavía no me había decidido. Fueron mis primeros años en Brasil. Ya días no juego, pero todavía tengo canillas buenas y puedo pegar, ja, ja, ja...
¿Cómo anda en el amor?
Bien, bien, tranquilito.
Su novio es extranjero. ¿Por qué no escogió un hondureño?
Tengo mejor suerte con los extranjeros; con los hondureños no tengo suerte, se me corren... Yo a usted lo enamoraba -me señala-, y nunca me hizo caso...
Yo ya estaba comprometido...
Ah, ja, ja, ja, no me hizo caso.
Pero usted sabe que yo nunca lo discriminé, siempre hemos sido amigos.
Sí, la gente me decía que usted era machista, pero usted nunca me discriminó, nos saludamos en público y yo aprovecho para tocarle los brazos, ja, ja, ja.
¿Hay alguien en su familia que todavía no lo acepte como es?
Tengo un hermano que vive en Canadá... Él nunca quiso aceptarme como gay. Cuando yo estaba pequeño me daba consejos, pero cambió cuando yo crecí.
¿Las relaciones con su hermano están rotas?
Sí. Hace muchos años que no lo veo, sé que está en Canada... Pero no me interesa... Mi mamá me pedía que me reconciliara, pero ya no se podía, pues me falló cuando yo más lo necesitaba. Ni me molesta que no me busque, me da igual. Yo lo necesito; soy feliz como estoy.
Así como uno se fija en los ojos de una mujer, ¿en qué cree que se fija alguien cuando lo ve a usted?
En el color de mi piel, en mis ojos... Pero yo creo que básicamente es mi actitud la que conquista.
¿Hay mucho futbolista que gay?
¿Por qué me pregunta eso? Usted ha de saber mejor...
Usted ha de tener un radar...
Se llama el “gaynómetro”... Se lo voy a prestar para que lo ponga en el estadio y va a ver que empezará a hacerle pipipipipi. Si lo pone en la Selección Nacional va a sonar rapidito. Pero no me quede viendo así que no le voy a dar nombres. ¿Quiere nombres verdad?.
Sí...
Pues no. Pero a varios en la Selección se les salió la saya. Pero eso es normal... Había varios bisexuales.
¿Rambo le parece sexy?
No me parece guapo, pero me llama la atención por lo atrevido. Aunque no me gustaron sus calzoncillos, con aquella marca tan grandota.
¿Le sigue gustando Cristian Santamaría?
“Es que Cristian es una muñeca porque le hicieron demasiadas cosas en la cara. Así como Beckham, muy maniquí. Cristian es mi amigo, lo quiero mucho, es un hombre atractivo, pero prefiero a Carlos Pavón. Siempre me ha gustado ese negro, era como el animal de la Selección, es muy interesante. Y me gusta que sea creído. En realidad a mí no me gustan los negros, pero Carlos Pavón sí. Tengo a un primo al que sí le encantan los negros, él también es gay, ja, ja, ja. Qué malo que soy contando todas estas cosas”, se carcajea Miguel.
¿Qué lo entristece a usted?
Que Honduras haya perdido el verdor de los tiempos de antes.
¿Qué lo hace llorar?
Me emociono cuando veo a Gabriela, mi sobrina adorada. Yo siempre he estado cerca de ella, es mi ahijada y la amo. Para algunos puede parecer extraño, pues dicen que a los gays no nos gustan los niños, pero eso no es cierto. Me entristece porque ya está en bachillerato y me da cosa saber que pronto... Bueno, que va creciendo y hará su propia vida. Yo le paso hablando por teléfono a cada rato, le mando mensajes.
Casi se le salen las lágrimas...
Sí, sí, sí... Es algo difícil para mí.
¿Cómo prefiere que le digan: Miguel o la Diva?
¡La Diva! Es algo que me he ganado, porque yo he hecho teatro, cine, eventos de farándula... Nadie lo ha hecho como yo. No es que me jacte, pero sí siento que me he ganado que me digan la Diva. Mis sobrinas me dicen Migue... Otros simplemente Miguel Caballero Leiva. Igual, mi nombre es ya una marca.
Tengo una curiosidad: ¿Usted recibía burlas cuando estaba pequeño por ser gay?
No, para nada, porque yo nunca me comporté como una mariquita, de esas que andan loqueando. Mi comportamiento normal. Yo tuve novias, pero con el tiempo fui cambiando. Empecé a cambiar en la intimidad y mi comportamiento era otro.
¿Un tigre?
Ja, ja, ja... No, una tigresa. Mi familia no sufrió mucho por el hecho de tener a un hijo gay.
¿Usted compra en tiendas de mujer o de hombre?
Ay, papita, ese tipo de preguntas ya no se hacen. Ahora ya hay tiendas unisex.
¿En su cartera anda cosas de mujer?
Solamente ando maquillaje, pero es por si me toca salir frente a las cámaras. Las cosas de mujer las tengo en mi cuarto... Si quiere le enseño.
¿El último regalo que le dio a su amor?
Unos bombones que le preparé en una cajita. Yo soy muy detallista con mi pareja.
¿Y el último regalo que él le dio a usted?
Un peluche... Mmmm... Sentí que se lo habían regalado a él y que me lo dio por compromiso.
¿A Mel Zelaya le dieron golpe de Estado?
Sí, pero tenían que dárselo. Estoy feliz de que haya pasado. Ese hombre se hubiera cagado en Honduras. Tuvimos un mal año por lo que pasó, pero fue lo mejor que le pudo haber ocurrido a Honudras.
Hablemos de fútbol: ¿Usted le daría la Selección a Chelato?
No. Ya está muy señor, el mundo cambia, hay que modernizarse, renovarse. Creo que él ya se quedó en el tiempo, no tiene la edad, le falta paciencia. Los jugadores de antes eran más apasionados por el fútbol, pero ahora son más estrellas y hay que comprenderlos.
¿Qué piensa del profesor Reinaldo Rueda?
Es un hombre muy atractivo. Yo platiqué una vez con él y me pareció muy interesante.
¿Vio los partidos de la Selección en el Mundial?
Sí, pero quedé defraudado. A Chile le pudimos haber ganado... Yo pensé que íbamos a ver a los jugadores nuestros corriendo detrás del balón y no atrás de los rivales para pedirles autógrafos. Eso no me gustó.
Para finalizar: ¿Para usted cómo es la velada romántica ideal?
Aquí, en mis tacones, usted y yo solitos comiendo rico.
¿A qué me invitaría...?
A usted lo invitaría a una lasagna de espinacas con salsa blanca, vinito blanco... Si no le gusta el vino, pues una sangría. Y de entrada, pues una ensalada de tomates.
Suena apetitoso...
Miguel suelta una sonrisita pícara: “Mmmm... Riquísimo. Además, la lasagna le va a dar más energía, ja, ja, ja. Mire, usted esté tranquilito... Cuando salga de aquí van a decir que usted es mi novio, y yo encantado, ¿verdad?, pero es que la gente es bien habladora, ja, ja, ja”.
ÍNTIMO
CARLOS PAVÓN: “Es el más guapo de la Selección. Me encanta el color de su piel. Además, es creído y eso hace que me llame más la atención”.
DAVID SUAZO: “Súper elegante, para qué, pero no me gustó para nada la forma en que jugó en el Mundial. Fue muy poco lo que hizo en los dos partidos que jugó”.
JUAN GABRIEL: “La gente cree que a los gays nos gustan todas sus canciones, pero no es así. Yo prefiero más Gloria Trevi y Elton John”.
SOBRE SU EX: “Sufrí cuando terminé con mi primer amor, pero eso pasó hace mucho tiempo y ya ni me acuero de eso. Ahora soy mucho más equilibrado en todo, incluyendo en el amor”.
MYRNA MARÍA: “Es una linda persona, una gran amiga. Tiene su carácter difícil, así como yo. Ella es de Marte y yo soy de Plutón”.
SECRETO: “Hay muchísimos hombres que tienen su esposa e hijos, pero que también tienen su chavito por allí. Es que hay mucha hipocresía”.
SU MADRE: “Yo siempre decía que cuando mi mamá muriera yo me iba a ir del país. Y cuando sucedió me di cuenta que todavía tengo cosas pendientes que hacer aquí”.
HONDUREÑOS: “Ya me ha sucedido que le gusto a algún hondureño, pero la relación termina porque no aguanta la presión de su familia”.
DISCRIMINADO: “Me cerraron muchísimas puertas en trabajos por el solo hecho de ser gay. Honduras todavía es una sociedad cuadrada, pero poco a poco va cambiando”.
TALENTOSO: Miguel estudió Ingeniería Química en Brasil. En ese país también obtuvo su lincenciatura en Arte. Es coreógrafo profesional.
AL ÁNGULO
1. RICKY MARTIN
“Yo me hice el loco durante mucho tiempo, pero ya sospechaba que era gay”.
2. ¿LOS PREMIOS EXTRA SON ARREGLADOS?
“No, m’hijito. Esas son puras pajas. La gente siempre va a inventarse cosas, que todo es arreglado, que esto, que lo otro. Pero es lo bonito de la farándula, que se inventan. A mí me gusta que hablen de mí, ya sea para bien o para mal”.
3. MARIPOSAS
“A los gays nos identifican con ellas porque somos libres y volamos sin temores”.
