Es la triste historia de esta nadadora catracha, quien compitió en los 50 metros espalda de natación en los Juegos Mundiales de Olimpiadas Especiales en Los Ángeles.
La atleta hondureña de 19 años soltó en llanto y se fundió en un abrazo con su compatriota Luz Pacas, según relata el sitio Laopinion.com.
“No llores mi niña, no llores, lo hiciste muy bien”, le dijo Luz a Sharon, una atleta con discapacidad intelectual que no oye y que no habla.
Luz es una hondureña que vive en Los Ángeles y en poco tiempo conoció a Sharon, quien llegó con la delegación para competir.
'Ven, abrázame fuerte, lo más fuere que puedas”, dijo Luz, que con la voz entrecortada y lágrimas rodando por su mejilla cobijó a Sharon entre sus brazos.
NO COMETIÓ NINGUNA FALTA
La apreciación del juez que despojó a Sharon de su medalla de bronce consistió en que en el tramo final de la prueba, la nadadora tocó la orilla de la piscina con la mano derecha, cuando el reglamento dice que debe de hacerlo con la izquierda.
Mientras recreaba los hechos, la nadadora volvió a quebrarse en llanto y levantó los brazos al aire en señal de desesperación por no entender la razón por la que no pudo disfrutar su momento de gloria en el podio.
“Sharon, y todos los atletas que están en estos Juegos, sienten, perciben, lloran, sufren, claro que le duele mucho el que no le hayan entregado la medalla de tercer lugar. Estamos viendo si hay un video que pueda servir de prueba y los organizadores se percaten de que Sharon no cometió la falta que dice el juez”, dijo el jefe de la delegación de Honduras, Ramón Matamoros., dijo Matamoros.
La tristeza que embargaba a Sharon se apagó cuando a su lado llegó Dayana Castillo, quien en su hit de los 50 metros dorso, ganó la medalla de plata para Honduras.
Al igual que Sharon, Dayana no escucha y no habla, pero eso no le impidió a la hondureña de 15 años celebrar su presea de segundo lugar.
