De nuevo, la combinación del base Stephen Curry y el alero Kevin Durant volvió a ser decisiva en el ataque de los Warriors que vencieron por 108-100 a los Thunder y celebraron con triunfo la entrega de los anillos de campeones de la NBA.
Curry brilló de manera especial en todas las facetas del juego a aportar 32 puntos, incluidos cinco triples, repartió nueve asistencias y capturó ocho rebotes, que fueron todos defensivos.
Durant también tuvo protagonismo en el juego interior con ocho rebotes --siete defensivos--, repartió seis asistencias, recuperó un balón y puso un tapón.
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Pero el gran líder dentro de la pintura fue el ala-pívot Draymond Green que consiguió 13 rebotes --12 fueron defensivos--, repartió cinco asistencias, recuperó tres balones, perdió seis, y acabó con dos puntos (1-6, 0-1, 0-0).
Mientras que los Thunder, que comenzaron la nueva temporada sin el base estrella Russell Westbrook, que se recupera de una operación de rodilla, estuvieron siempre en el partido con el alero estrella Paul George que aportó 27 puntos, cinco asistencias y cuatro recuperaciones de balón, que no evitaron la derrota de su equipo.
El base alemán Dennis Schroeder, que ha sido el gran fichaje de los Thunder durante el descanso de verano, ocupó el puesto de Westbrook como titular y acabó como segundo máximo encestador al aportar 21 puntos (7-19, 2-6, 5-6), capturó nueve rebotes --siete defensivos--, y dio seis asistencias en 34 minutos que jugó.
El pívot neozelandés Steven Adams volvió a ser el mejor dentro de la pintura al conseguir un doble-doble de 17 puntos, 11 rebotes, cuatro asistencias y dos recuperaciones de balón.
El escolta-alero Jayson Tatum con 23 puntos y nueve rebotes encabezó el ataque balanceado de los Celtics que se exhibieron ante los Sixers a los que vencieron por paliza de 105-87.
El primer duelo entre dos de los equipos proyectados para luchar por el título de la Conferencia Este, tras la marcha del alero LeBron James de los Cavaliers de Clevelanda a Los Angeles Lakers, sólo tuvo igualdad hasta el descanso cuando los Sixers se fueron al vestuario del TD Garden con cinco puntos de desventaja (47-42).
Pero los Celtics en el tercero y cuarto estuvieron siempre en control del marcador, que fueron ampliando progresivamente, y del juego con una gran defensa, además de seleccionar mejor los tiros a canasta, sin que le diesen opción a los Sixers a meterse de nuevo en el partido.
