Doña Sue, la madre hondureña, entrenadora de karate que lucha contra el cáncer

Los días martes, jueves y sábados son los más esperados para Suyapa de Venegas, quien con ansias espera que llegue la hora de la clase de karate-do de su hijo. Se prepara con sus enormes maletas de primeros auxilios por si algo acontece, como la fan número uno de su propio descendiente, con una mirada inspiradora y con la esperanza de ver a su hijo representar a Honduras en un torneo internacional, se encuentra todas las semanas, donde uno de sus más preciados tesoros entrena la disciplina. Por un momento se le olvida que está peleando contra la terrible enfermedad del cáncer.

Más conocida como Doña Sue, de 44 años de edad, originaria de Tegucigalpa y actualmente vive en San Pedro Sula, madre de cuatro hijos que pese a las dificultades no se rinde, lucha por esquivar los golpes de la vida y vencerlos como si fueran el rival más peligroso que pueda enfrentar, los apoya en todas las actividades que realizan, uno de los papeles más importantes para ella no es solo ser mamá, sino también una entrenadora, fan, asistente o mejor dicho una 'coach mom'.

Juan Claudio Venegas es su hijo menor, tiene 13 años, un adolescente que practica el artes marciales desdelos seis años de edad en la Escuela Yui Shin Kan, actualmente es cinta café avanzada y certificado en el uso de las armas de Nunchakus, quien a su corta edad ha participado en muchos torneos nacionales, donde se ha ubicado en los primeros lugares.

Los momentos más difíciles que ha vivido doña Sue son desde el 2011, ya que le diagnosticaron una de las enfermedades más devastadoras que podríamos enfrentar, cáncer en el estómago, mismo que venció con tratamientos en Tegucigalpa, pero que lamentablemente regresó y en esta ocasión afectando a sus pulmones y ovarios. 'La situación que afronté ha sido muy difícil para toda la familia', contó en la entrevista brindada a DIEZ.

A pesar de la lucha constante con el cáncer, todos los torneos de karate-do son emocionantes para doña Sue, los vive con la mayor intensidad, como si se tratara de la pelea del siglo y como si el adolescente fuera la leyenda de la disciplina, con esas expectativas se presenta en cada evento donde al final de cada uno de ellos logra ver a Juan Claudio levantar el trofeo de primer lugar.

Siempre se ve muy optimista y con una sonrisa de oreja a oreja, como toda una entrenadora profesional se prepara antes, durante y después de los torneos, dos maletas grandes con medicamentos, pomadas para golpes, vendas y bebidas hidratantes son su utilería, muy agitada y con la única preocupación que todo salga al pie de la letra, doña Sue le brinda la mayor de las atenciones, no solo a su atleta, sino para todos los niños que lo necesiten de emergencia en cada clase y torneo.

Aparte de los cuidados que requiere una enfermedad como esta, ella se esmera por destacar los logros obtenidos de su hijo, tiene una cálida habitación que ha remodelado como un sala de trofeos muy similar a la de un equipo de las grandes ligas y con un ambiente de triunfo imposible de ignorar, con cada uno de sus reconocimientos en la pared, casi como un altar, las medallas recibidas, las cintas que ha ido cambiando y fotografías de los torneos de karate, que a su vez la motivan para continuar en una lucha constante.

'Fue muy difícil enfrentar otra vez el cáncer en mi vida', fue una de las frases que con preocupación y las lágrimas al borde de los ojos comentó doña Sue, ya sin esperárselo la enfermedad regresó más fuerte y en más órganos de su cuerpo, asegura que prepararse nuevamente para las quimioterapias es doloroso, proceso que le incomoda porque no sabía cómo enfrentarlo con la familia.

Con paz y serenidad doña Sue le pide a Dios que le de fuerzas para vivir aún más, que el proceso de las quimioterapias no sean un impedimento para continuar apoyando a sus hijos en las actividades que realizan y que al mismo tiempo no se detenga por su situación, confiesa que ha pasado por momentos muy difíciles, con un presentimiento celestial, y es que asegura que el Creador le dio una luz, es la de disfrutar a su familia el día a día, como si fuera el último.

Actualmente Suyapa de Venegas se encuentra en tratamientos por el cáncer que regresó a su organismo, situación que sabe manejar y enfrentar, ya que de sus cuatro hijos, dos de ellos son egresados universitarios y los otros estudiantes actualmente, le ora a Dios para que 'le de licencia' para verlos triunfar a todos.

Con su corto cabello y su pequeña maleta de medicamentos, doña Sue le envía un mensaje a todos los padres de familia, les invita para que apoyen a sus hijos en cada etapa de sus vidas, que no abandonen las actividades que inician y que sean el pilar para culminar con éxito cada una de ellas, que de lo contrario se lamentarán el día de mañana.