Esta vez no era para pelear, sino para conocer a su hermano menor, al que escuchó por muchos años que existía, pero no sabía cómo era porque su madre lo regaló cuando él tenía un año y cuatro meses y Alex apenas 7.
Es la historia del “Escorpión” Ruiz, el boxeador hondureño de 21 años que hace una semana por medio de Diez buscó a su hermano y lo encontró. Alex Castillo, de 20 años, vive en Danlí y Josec viajó hasta allá para conocerlo.
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“Me siento tan nervioso como si fuera a subirme al ring a pelear, no sé cómo voy a reaccionar, solo le daré un abrazo porque nunca lo he visto”, fueron las palabras del “Escorpión” cuando estaba a punto de conocerlo.
Alex llegó después de 30 minutos de espera en una bicicleta vieja, desde que el boxeador profesional lo miró se dio cuenta que era su sangre y lo saludó con un apretón de mano y un fuerte abrazo. “Tienes los ojos de mi mamá, nos costó una semana encontrarte después de que me ayudaron los de Diez, nos contactó un tío tuyo que se llama Augusto y nos dijo que estabas en Danlí”, dijo Josec.
“Mi mamá me contó toda la historia, si yo hubiera visto la noticia en el diario, no sabía nada de ti. Mi madre me contó todo sobre mi realidad. Me dijo que ya estaba grande para entender la realidad de mi vida. Toda la historia de mi vida se borró. Ahora tengo otra familia y más hermanos”, dijo con tristeza Alex Castillo.
“Me siento algo confuso la verdad, pero contento porque encontré a mi hermano, estoy seguro que mi madre está feliz en el cielo porque ya nos conocemos todos”, dijo, acompañado de un suspiro el boxeador hondureño.
Mientras su hermano declaró: “Me siento en un estado de shock, no sé cómo actuará mi familia de crianza, yo ahora pienso porque no crecí con mis padres. Siempre decía que no tenía hermanos y ahora voy a conocerlos a todos”.
