Mientras los Indios festejaban la victoria 4-3 sobre los Medias Rojas, que selló una barrida de tres juegos y el pase a la serie de campeonato de la Liga Americana, los fanáticos de los Red Sox pidieron la presencia de David Ortiz, quien regresó al terreno 10 minutos más tarde.
Los cánticos de '¡No nos vamos!' y '¡Gracias, Papi!' provocaron las lágrimas del toletero dominicano, de 40 años, quien se colocó en el montículo y empezó a saludar en todas direcciones tocándose el pecho.
'Esta noche, cuando caminé hacia el montículo, me di cuenta de que se había acabado. Era probablemente la última vez que caminaría como pelotero frente a la multitud. Y las emociones salieron otra vez', confesó Ortiz.