Rusell Wilson, QB de los Seattle Seahawks, que perdieron la última edición del Super Bowl 2015 en los últimos instantes ante los New England Patriots, reveló, según publicó el Diario As de España, en una charla con el pastor de San Diego, Charles McPherson, que además militó en la NFL, que Dios le habló y le dijo que no tenía que mantener relaciones sexuales hasta que se casara con su novia, la cantante Ciara.
“Ella estaba en una gira y estaba viendo una foto suya. Entonces Dios me dijo que tenía que indicarle el camino”, comentó el mariscal de campo de los Halcones Marinos.
Wilson conversó con ella poco después y se pusieron de acuerdo en que tenían dejarlo todo de lado y que había que hacerlo según las indicaciones de Jesús, aclarando a la audiencia que se refería al sexo.
El quarterback de Seattle confirmó que su novia le apoyó y que mantener la abstinencia no era nada sencillo. “Todos la han visto. Si hay un 10, ella es un 15 como mujer”, bromeó durante la charla.
INSTRUMENTO DIVINO
Wilson afirmó aclaró que Dios le había hablado nada más producirse la intercepción en el tramo final del pasado Super Bowl en febrero. Según él, nada más dar el tercer paso, oyó la voz de Dios que le dijo: “Te estoy utilizando… Quiero ver cómo respondes”.
Wilson no es el primer atleta que afirma que el Todopoderoso se comunicó con él, pero nadie puede negar que tiene fuertes creencias. Además, dejó claro que sigue con la idea de poder compaginar fútbol americano y béisbol. “Creo que si alguien puede hacerlo, sería yo”, afirmó.
Hay que decir que Wilson jugó por última al béisbol profesional en 2011 en un conjunto filial de los Colorado Rockies, los Asheville Tourists, acumulando una media de .228 con 15 robos de base. No obstante, se le ha podido ver durante las dos pasadas pretemporadas con los Texas Rangers, equipo que adquirió sus derechos en febrero de 2014, dando charlas a los jugadores sobre liderazgo y participando en los entrenamientos.
QUIERE HACER HISTORIA
Es obvio que Wilson tiene una confianza suprema en sus habilidades y si alguien puede seguir los pasos de Deion Sanders o Bo Jackson, los últimos en compaginar la práctica de béisbol y fútbol americano al más alto nivel, es precisamente el jugador de Seattle.
De momento el atleta aguarda por un jugoso contrato al final de la temporada que está a punto de empezar con los Seahawks. Sacrificando unos honorarios mucho más acorde a su capacidad, el quarterback jugará percibiendo sólo 1.5 millones de dólares.
