La tortuga fue rescatada, tomada bajo el cuidado de un equipo de médicos e investigadores de la Universidad de Pamukkale, en Turquía, quienes, tras analizar el caso y la herida, decidieron intentar una solución con tecnología 3D. Todo esto, teniendo en cuenta que ha funcionado en el pasado con Cleopatra, otra tortuga que obtuvo un nuevo caparazón, y a Derby, un perro que pudo correr gracias a prótesis en reemplazo de las patas delanteras.
ara esto, el equipo se asoció con una compañía de biotecnología del mismo país, llamada BTech, y así comenzaron a diseñar una mandíbula para la tortuga, hecha de titanio. Tras dos meses, lograron construir la zona superior e inferior del pico que se había perdido en el accidente, con muchísima precisión gracias a un software, y luego, se necesitaron tan sólo 2 horas y 30 minutos de cirugía, para que la tortuga estuviese como nueva.
Ya han pasado un par de semanas desde las intervención y la tortuga sigue progresando. Al parecer no rechazará la prótesis, pero de todos modos, tendrá que seguir en observación hasta que sea absolutamente seguro dejarla en libertad. El procedimiento que se le realizó, es el primero en su clase, y al estar dando resultados, podría ser el inicio de una nueva forma de ayudar a estas especies, que además, están en peligro de extinción.
