Sin embargo, cuando estaba en discusión el hecho de implementar el video arbitraje (VAR por sus siglas en inglés) estuve en total acuerdo que fuera de esa forma. La tecnología en el fútbol definitivamente lo hace más limpio y en estos tiempos de tretas de amaños, partidos arreglados y ofrecimientos dudosos que vivimos, nada mejor que haya algo que no nos lo garantice en totalidad, pero sí una buena parte.
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Este Mundial es una prueba que este es el avance más importante en la historia del fútbol. Nunca hubo nada que mejorara más el juego que el VAR. Este deporte desde hace mucho tiempo se ha resistido a la tecnología, todo esto pudo haberse implementado hace 20 años de haber querido, sin embargo los puristas del fútbol hablaban que perdería su esencia.
Yo me preguntaba. ¿Acaso la esencia del deporte no es la competencia justa? Siempre voy a preferir que un equipo clasifique con un penal que fue revisado en el VAR a vivir con la controversia que nos gusta a los periodstas. Me gusta la polémica y lo que encierra, es normal en esta profesión, pero prefiero la justicia en el deporte.
Algunos de mis colegas acusaban que mi preferencia por el VAR es porque sigo deportes americanos. No obstante, quiero decirles que en el fútbol americano incluso habiendo tecnología tampoco es que las decisiones son perfectas y nada lo será desde el momento que queda a criterio de un ser humano, en este caso los réferis que al final son los que deciden.
Decisiones como la famosa atrapada de Dez Bryant en aquel partido de postemporada que imposibilitó a Dallas avanzar y que recientemente la NFL aceptó que se habían equivocado y que eso evitó que avanzarán los Cowboys. Es decir, nada será perfecto pero sí más justo. Y en el fútbol, el árbitro tiene las oportunidades que quiera para utilizarlo. En la NFL solo son tres desafíos que el entrenador en jefe pide en cada partido... y si se equivoca, pierde un tiempo fuera. Quiere decir que en el balompié hay más libertad y oportunidad de mejora.
El VAR es lo más justo para el fútbol. Cuántos títulos, clasificaciones a Mundiales, Olimpíadas y situaciones injustas se hubiesen evitado con la imposición de la tecnología. El penal que muchos pidieron de Nigeria contra Argentina se quedó allí, en una decisión que revisó el árbitro en el VAR pero que en su criterio no fue. Quizás no les gustó a todos, pero el mismo central despejó las dudas.
La mayoría decía que le quitaría emoción. Pero qué más emocionante que esperar una decisión arbitral verificada en video. Esos segundos de ver el central ir hasta el centro del campo no le quita emoción, más bien le agrega. Estoy feliz que el VAR haya llegado a este deporte que está urgido de limpiar su imagen y ojalá haya venido para quedarse.
