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Hace mucho tiempo, pero mucho, que no veía caer a un equipo hondureño de manera tan miserable; por lo menos en Honduras, porque en México si estamos curtidos de goleadas y sobretodo del Marathon, equipo que presumía y con justa razón, de las memorables victorias en aquellos tiempos ante rivales del abolengo como Pumas, Cruz Azul y Toluca cuando Manolo Keosseián era el capitán del barco y había bonanza en el monstruo verde.
Héctor Vargas cuando salía del estadio Olímpico de San Pedro Sula.
Los pecados del conductor verdolaga para tragarse una derrota de 2-6 contra el de la Comarca fueron muchos y en duelos de eliminación directa tenés que ser muy astuto sabiendo jugar muy bien ambos partidos y no saliendo a lo loco para dizque intimidar al rival.
Carlos Discua y Edwin Solano realizan marca a uno de los jugadores del Santos Laguna.
Viendo en la misma competición como el Saprissa venció al Tigres, el Herediano al Atlanta, el desconocido Independiente de Panamá por goleada al Toronto y cómo el Alianza de El Salvador por lo menos empató sin goles frente al Monterrey, con todo y sus estrellas. La reflexión que me queda es que estamos por el suelo en la región.
Era mejor, brotaba a mi mente, que el Marathón sino tenía las condiciones ni económicas ni deportivas, le diera el cupo a otro equipo como Motagua, Real España u Olimpia, y la imagen tal vez hubiese sido otra y no convertirnos en el hazmerreír de los presumidos mexicanos.
Los aficionados del Marathón apoyaron a su equipo los 90 minutos.
Debo reconocer que el nivel competitivo de los equipos hondueños en los torneos de Concacaf, ha ido en decadencia en los últimos años, aunque la imagen que dejaron, para no ir tan largo, en la edición anterior, el Olimpia ante el Red Bulls y Motagua contra Tijuana, dista mucho de la deteriorada que la ha dejado el Marathón.
Contra los equipos mexicanos compiten a lo grande los ricos y hasta los panameños; aunque tengo mis reservas que no sea un mexicano o un estadounidense el que gane el evento y el pase al próximo Mundial de Clubes
Mi reconocimiento especial para la afición del Marathón que se volcó con su apoyo al Olímpico y ahora será tarea de Vargas hacer que su equipo puntero en la Liga, no se le derrumbe en el torneo que por ahora dominan.
Por cierto, el adiestrador de los esmeraldas ya había sido goleado por Xolos de Tijuana allá por el 2012 cuando el argentino dirigía al Victoria, aunque también se le recuerdan sus buenas participaciones en el Olimpia, pero eran otros tiempos cuando en el León el Señor Ferrari le daba todo lo que pedía. En el Marathón se sufre y se siente la crisis económica del país.