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Conociendo el juego de posición de la Selección de Honduras

“Dime con que mediocentro andas y te diré como juegas” Juan Manuel Lillo

2019-11-18

Desde que Fabián Coito llegó a Honduras se encontró con un grupo mediocampistas educados futbolísticamente para interpretar el Juego de Posición. Formados en las Fuerzas Básicas Olimpistas algunos de ellos, como Carlos Pineda y Jorge Álvarez. Así mismo Jonathan Rubio formado desde los catorce años en la Fundación Marcet en Barcelona, una de las cunas del Juego de Posición. También la incorporación de Rigoberto Rivas a la selección hondureña le elevó el nivel técnico a la Bicolor. En está lista se vale sumar Alex López que técnicamente está muy bien dotado.

Este grupo de jugadores brindaron al entrenador uruguayo un contexto posicional. Por contexto nos referimos a un conjunto de circunstancias que se producen alrededor de una situación. Este no es el modelo de juego de la selección hondureña pero representa particularidades que se encontró Fabián Coito en Honduras. Y lo posicional tiene su origen en está manera de interpretar y sentir el juego del fútbol. Jugadores que saben dónde, cómo y cuándo moverse con el balón respecto a las distancias con sus compañeros; distancias de relación.

Foto: Diez

El director técnico nombrado en febrero tuvo varias ideas, buscó mucho en el mediocampo, probó con Bryan Acosta, Luis Garrido, Jorge Álvarez incluso Alex López. Jugadores que coexistían en una estructura de juego. Pero todo se le hizo más fácil cuando Carlos Pineda deslumbró con el Olimpia.

Mediocentro único, el jugador responsable de ordenar al equipo con el balón, eso que le da el verdadero equilibrio al juego, la buena circulación del mismo potencia estructuras para jugar. Carlos es el responsable de crear microsociedades en el juego como con Jorge Álvarez o Alex López hoy.

El modelo de juego de varios entrenadores parte desde el centro del campo. El de Fabián Coito parte justamente de ahí, de la interpretación que le dan sus jugadores a la globalidad del juego. La globalidad es eso que no divide el juego, que lo convierte indivisible que hace que los momentos defensivos y ofensivos no sean separados porque están ligados.

Es acá donde comienza el problema más grande del entrenador uruguayo, la constante búsqueda de laterales, sobre todo del lateral izquierdo. Andy Najar aplicaba ese principio básico del Juego de Posición: viaje junto, eso que hace que balón y jugadores viajen al mismo tiempo. En esa posición han jugado varios entre los que resaltan Emilio Izaguirre y Ever Alvarado. Pero Emilio es superado físicamente y Ever no es un lateral natural.

Foto: Diez

Aún así sin laterales que potencien su juego posicional, Coito ensaya la Salida Lavolpiana que son los automatismos que brindan al equipo espacio interior para salir jugando, son estos movimientos como centrales abiertos, laterales profundos y Carlos Pineda retrocediendo posición que permiten a la selección hondureña jugar bien, llegando a campo rival con superioridades (tener más jugadores que el rival en ciertas zonas) que son necesarias tanto para circular como en los momentos que se pierde el balón, estar juntos para recuperarla rápido; es por eso que se insiste en que el juego no puede ser dividido.

Con lo que si cuenta la selección hondureña es con extremos naturales como Chirinos y Elis. Jugadores que brindan la amplitud necesaria para poder jugar por dentro, aumentando los “extra pases” a los Guardiola hace referencia varias veces, estos sirven para defenderse con el balón.

“Abajo hay que estar y arriba hay que llegar” así explicó una vez Guardiola los momentos en las áreas tanto propias como rivales. Así se posiciona la zaga de Honduras, sobre todo los centrales, esto gracias al movimiento en bloque, al viaje junto, todo en el juego está conectado e interrelacionado. Es así como llega la selección hondureña al área rival, llega atacando espacios, muchas veces libres, porque antes se fijó a los rivales (atraer con pases)

Estas son las bases del Modelo de Juego de Fabián Coito, el Juego de Posición. Estas son las aguas en las que hemos navegado y las que seguramente navegáremos estos años.

*Quiero dedicar esté análisis a mi maestro Roberto Gómez, persona que me brindó la oportunidad de poder interpretar el Juego de Posición por seis años en las Fuerzas Básicas Olimpistas. Poder llegar a sentirlo, para que algún día como hoy, poder explicarlo a quienes me leen. Gracias maestro.