El equipo de Tiraspol, una región independiente de Moldavia y perteneciente al estado de Transnistria -no reconocido internacionalmente-, hizo historia con su presencia entre los 32 clubes mejores de Europa. Un éxito que hizo valer después del 3-0 de la ida y del empate sin goles cosechado este miércoles en su visita a Croacia.
El Sheriff Tiraspol, considero el equipo rebelde de esta Champions, compite en la primera división del fútbol moldavo, donde ya ha conquistado 19 títulos de Liga, 10 Copas del país y 7 Supercopas pese a su escasa trayectoria. Esta noche añadió un hito más a su historia.
Este peculiar club es el máximo representante de Tiraspol, capital del estado independiente constituido tras un conflicto militar de dos años surgido en pleno proceso de independencia de Moldavia de la URSS.
La región, considerada por Moldavia como una región autónoma con un estatus jurídico especial dentro de su propio territorio, opera como estado independiente con su propia bandera (en la que mantiene la hoz y el martillo) ,moneda, ejército y parlamento.
Más allá de esta particularidad relacionada con el estatus internacional de una región caracterizada por los intereses geopolíticos de los países colindantes, el Sheriff Tiraspol es uno de los equipos más laureados de la liga moldava, en la que participan los equipos de este territorio, pues ha conquistado 19 de los últimos 23 títulos.
Tras un encuentro de ida en el que se impusieron con facilidad, el equipo que cuenta con jugadores de más de trece nacionalidades tiene pie y medio en la fase final de la Champions League, en la que espera a los mejores equipos del continente europeo. Ahora, el club que hace vibrar a los 130.000 habitantes moldavos, rusos y ucranianos de la capital dirige la mirada del mundo del fútbol hacia la peculiar región de Transnistria.
