Después de haber dado sus últimas pinceladas en el fútbol de Guatemala, Elvis Scott ahora se dedica por entero a su familia. Su carrera ha quedado en el archivo y no lo abrirá más.
Tiene 34 años, vive en Puerto Cortés y como él mismo admite, “estoy disfrutando de mi familia por todo aquel tiempo que no le dediqué por estar en el fútbol”.
Mantiene su mismo porte, nadie pensaría que en un año sin jugar, ni tocar tan siquiera una pelota o salir a correr, conserva su figura como si aún fuera activo.
El ex goleador del Platense, Marathón, Motagua y Olimpia no se arrepiente de nada, se retiró recientemente y lo hizo sin mucha bulla. Atrás quedaron mil de recuerdos, hasta su debut en aquella temporada 1999-2000 bajo la era de Chelato Uclés en Platense.
“No me arrepiento de nada de lo que pasé en el fútbol que me dio muchos momentos felices a mí y a la familia, ahora disfruto y estoy viendo a ver a qué me ocupo”.
ERA UN DELANTERO LETAL
Scott era un delantero nueve que permanecía en el área y con el balón era letal, un espacio o una maniobra a su manera, no perdonaba. Su retiro fue de la noche a la mañana y sin hacer mucho ruido.
“Fue una decisión que tomé porque el año pasado no tuve participación, estuve ahora en la segunda de Guatemala, pero no es lo mismo que estar en primera”, dice.
Tras su inactividad, viajó a Estados Unidos en 2012 y aprovechó jugar, pero lo llamaron de Guatemala y los planes cambiaron. “Aún no he tomado la decisión de volver, pero uno nunca sabe o no puede decir, ya no voy hacer esto”.
Dice que el fútbol le ha dejado comodidad. “La estoy pasando bien, la familia está sana”, admite. Pero deja claro que cuando habla de comodidad no significa que quedó millonario, “no pude estar en un lugar que me diera millones, pero al menos tengo algo que cuando era pequeño no soñaba en tenerlo, me esforcé y puedo decir que puedo echar mano de algo cuando lo necesite”.
Tiene su propia casa en Puerto Cortés y en San Pedro Sula tiene una de alquiler. Vive de eso, pero sabe que “siempre hay que pensar en llegar más lejos, en esa lucha permanente. Además, tengo que enseñarle a los hijos la forma de ganarse bien las cosas con esfuerzo”.
SE FUE A CHINA Y TODO CAMBIÓ
No habla de negocios personales, pues considera que “en nuestro país las cosas están muy complicadas, mejor me dedico a jugar baloncesto los fines de semana con mis amigos, de hecho vamos a jugar a San Pedro Sula”.
Scott también jugó en China y esa aventura de cuatro años le sirvió para afianzar su economía.
“Llegar a China fue una bendición, se dio de forma inesperada, recuerdo que estando con Motagua se armó la Selección para ir a jugar un amistoso a China, muchos no querían ir, pero yo acepté porque tenía cuatro años de no vestir esa camisa y a raíz de ese juego, me contrataron clubes de ese país”.
SU CASA, EL GRAN PATRIMONIO
¿Fue allí donde pudiste ahorrar lo suficiente? “Lo que tengo es porque estuve en China, claro comencé en Honduras, recuerdo que mi casa la comencé a construir cuando jugaba en Marathón, allí saqué el primer dinero para los materiales y la terminé cuando pasé al fútbol de China”.
Justamente en esa casa es donde ahora comparte con su familia. “El proyecto lo comenzó mi mamá con el terreno y todo y yo lo finalicé gracias a ella”.
¿Es decir, China te dejó bien económicamente hablando? “En China a uno le va bien, en mi caso me dio para lo justo, claro, si en ese tiempo hubiese tenido casa, carro y todo, yo estuviera mucho mejor, pero cuando uno empieza está en cero y no tiene nada, había limitaciones de muchas cosas y cuando me fui, comencé a invertir, compré terrenos y me preparé para el futuro inmediato”.
Fue la oportunidad que Scott no desaprovechó, por eso hoy es un tipo agradecido.
“En términos generales, siento que dejé un nombre en el fútbol de Honduras, no solo estuve de paso, cuando jugué en algún equipo, siempre ayudé, colaboré y traté de sobresalir”.
Quedan pocas tristezas o amarguras en su carrera. Admite que “la lesión en mi rodilla jugando en China fue algo complicado. Pero nada tan difícil como la muerte de mi madre en 1999, recién venía comenzado a jugar y mi hijo mayor había nacido. No lo esperaba, pero logré reponerme, había madurado, porque mi mamá nos preparó bien, nos hizo hombres con mis hermanos, nos enseñó cómo es la vida real”...
Tan real que fueron 12 años jugando al fútbol, casi parte de su juventud se la entregó a esta pasión que por cosas de la vida le llegó inesperadamente porque según confesó Scott, “yo estaba para ser un gran basquetbolista, jugaba bien en el Sagrado Corazón de Jesús y por esas cosas de la vida tuve a una gran profesora de nombre Maritza Uclés”, el mismo apellido de Chelato, su gran mentor en el fútbol.
ALGO MÁS
Chelato Uclés: “He tenido muchos técnicos, pero con él he tenido mayor afinidad”.
Portugal: “No me quedé en el Sporting Braga y recuerdo que me iba a quedar en el Miramar de la segunda, pero fue imposible”.
Tus inicios: “Fui goleador en el Ferretería Valle de liga mayor, de allí Chelato me llamó”.
Olimpia: “Algunas temporadas casi no tuve participación como el primer año, pero ya después tomé el hilo, ya era más constante”.
¿CÓMO DEFINES TU PASO POR PLATENSE?
“En Platense fueron momentos impresionantes, la dupla con Juan Manuel Cárcamo fue estupenda, recuerdo que Platense era un equipazo en el 2000”.
¿QUÉ OPINAS DEL OLIMPIA DE TU TIEMPO?
Antes era una monstruosidad, nada que ver con lo que es ahora. Había jugadores impresionantes como Wilmer Velásquez, Tosello... etc.
SU PERFIL
Nombre: Elvis Geovanny Scott Ruiz
Edad: 34 años
Esposa: Elizabeth Orella
Hijos: Elvis Jeferson, Jayden Tayme, Lennon
Olsen y Harper Didier.
Clubes: Platense, Olimpia, Marathón, Universidad, Hispano, Motagua; Alianza de El Salvador; Changchun Yatai y Beijing Guoan de China, entre ambos anotó 40 goles.
Además:
Jugó 21 minutos en el partido que Honduras igualó 3-3 ante Nigeria el 13 de septiembre de 2000 en los JJOO de Sydney.
Marcó su único gol con la Selección mayor el 20 de agosto de 2000 en el triunfo por 4-0 en un juego amistoso contra Haití.
El 31 de octubre de 2004 marcó un triplete en la victoria 3-1 ante Motagua. Vestía la camisa 31, Olimpia llegó a 31 goles y a 31 puntos en la tabla de posiciones.
Su último partido internacional lo disputó el 12 de febrero de 2006 en el triunfo 0-1 ante China.
Fue campeón de Liga Nacional en los torneos Clausura 2001 con Platense, Clausura 2002 y Apertura 2009 con Marathón y Clausura 2004 con Olimpia. En China ganó el título de 2007 con el Changchun Yatai.
¿Cómo defines en términos generales tu carrera futbolística?
“El fútbol me dejó una linda experiencia, maduré mucho, se aprende increíblemente porque uno se da cuenta que cuando se pierde algo, tenés la oportunidad de reivindicarte, además, se aprende
a tener paciencia”.
