“Hubo un tiempo en que las ganas de llegar a jugar en Primera División se me quitaron porque hay muchos entrenadores a quienes no les gustan los jugadores chaparros como yo”.
La frase es de Iván Edgardo López Cano, de 1.68 m de estatura, jugador destacado en las primeras dos jornadas de Liga con su equipo: el Parrillas One, con el que debutó hace dos semanas con gol incluido al Real España.
Pero, ¿qué hizo que se replanteara el no querer jugar en Liga Nacional? Pues su madre. “Ya empezaba a darme por vencido, pero fue ella la que siempre me animó a seguir luchando”, reconoce, jugar en la máxima categoría es un sueño para ella y su familia.
El “Chino” empezó desde muy pequeño jugando fútbol con sus amigos en la calle, descalzos.
Fue su madre quien lo animó a inscribirse en la escuela formativa de un señor llamado Víctor León, como él mismo relata.
Allí jugó federado en las categorías preinfantiles e infantiles. A sus 17 años dio el salto a la Liga Mayor donde quedó campeón con Platense Júnior. De ahí pasó a Segunda División, al Yoro FC, con el joven entrenador Douglas Munguía, quien fue finalmente el que lo llevó al Parrillas One.
Este jugador de 24 años y cuyo apodo lo lleva desde su infancia, cuando en la colonia Reparto de Lempira sus amigos empezaron a llamarlo así por sus rasgos faciales, ahora se ha trazado otras metas.
Sus sueños ahora incumben a la Selección Nacional y a jugar en el extranjero, aunque es consciente de que “para eso hay que trabajar lo más duro que se pueda”.
RELACIÓN CON MARIO MARTÍNEZ
¿Es verdad que eres primo de Mario Martínez, el ex jugador del Real España?, le preguntamos.
Responde que no, que eso se debe a que “el propio Mario lo ha dicho alguna vez, pero nada más somos buenos amigos”.
Iván reconoce que su relación con Mario es “muy buena”, y que mantienen comunicación vía whatsapp hasta Ecuador.
