Es un chico carismático y sonriente fuera de la cancha, pero dentro es un poco agresivo.
Mayron Flores está consciente de que todavía le hace falta mucho camino por recorrer, su inmadurez le hizo cometer errores que le mantuvieron estancado, ahora dice haber aprendido del pasado.
Es un joven con una tremenda historia de superación, escogió el camino correcto al alejarse de las drogas y malas compañías, ahora su futuro futbolístico es muy prometedor.
Aprovechamos su visita a San Pedro Sula para retarlo a una competencia en la pista de go kart y ahí nos hizo confesiones reveladoras.
¿Usted no es de San Pedro Sula ni de Tegucigalpa?
Algo así, soy de El Negrito, Yoro, pero nací en Tegucigalpa. Mis padres se separaron y mi mamá nos llevó para El Negrito, por eso me asentaron en el pueblo. La historia es que nací en Tegucigalpa, me asentaron en El Negrito, me terminé de criar en San Pedro Sula y ahora vivo en Tegus.
Esa fue idea de una amiga de mi mamá, ella fue la que me puso ese nombre, dice que pensó en uno que no fuese común y por eso me puso Mayron, creo que soy de los pocos con ese nombre, aún no he conocido a nadie que se llame igual.
Háblenos de su niñez en el pueblo…
Fue una niñez difícil, soy el menor de nueve hermanos, mi padre nos abandonó cuando yo recién nací, mi madre trabajó duro para sacarnos adelante, ella tenía un negocio y buscó que no me hiciera falta nada. En un inicio a mí no me gustaba el fútbol, me gustaba el estudio, era bien inteligente y aplicado, pero había un equipo en el pueblo donde me invitaban a jugar, de a poco me fue gustando y cuando tenía 12 años me iba a federar un en equipo de Liga Mayor, pero apenas era un niño.
¿Por qué no le gustaba el pueblo?
Por el ambiente que había, por ejemplo, cuando comencé a jugar, había futbolistas que utilizaban drogas, entonces estábamos en medio de muchos “drogos” donde unos jugaban fútbol y otros no.
¿Probó las drogas?
Nunca lo hice porque no lo necesitaba, además pensaba que si las probaba y me gustaban, no las iba a poder dejar después, y para ese entonces yo soñaba en llegar a ser un gran profesional. Mi mamá nunca me exigió nada, a ella no le quedaba mucho tiempo, pasaba muy ocupada con sus negocios, así que yo decidí hacer mi propia vida desde pequeño y tomar mis propias decisiones.
¿Qué cosas malas hizo?
Cuando tenía como 11 años robé, asaltaba a las mujeres, lo hacía por molestar, por enganches de amigos, las cosas que robaba se las llevaba a mi amigo, yo no me quedaba con nada.
¿Por qué se vino a San Pedo Sula?
Cuando tenía 13 años, en la academia de fútbol donde me formé, me ofrecieron casa y estudios en colegio privado, eso me motivó a venirme, pero con el tiempo me desenfoqué del estudio y lo abandoné, ahora es una de mis metas pendientes, terminar el colegio y comenzar una carrera universitaria.
Eso fue más difícil la verdad, porque estaba solo, los amigos que tenía los fueron matando, otros cayeron presos y yo me tuve que alejar de esas gavillas, no aguantaba la convivencia en Tegus y por cualquier cosa que me pasaba o me decían agarraba mi maleta y me venía, dejaba botado el equipo y pensaba en no regresar a Olimpia, pero siempre me llamaban para que volviera; Nerlin fue quien me insistía en que regresara, él me decía que tenía condiciones para triunfar, pero tenía que trabajar duro y no ser rebelde, que eso de irme no era correcto.
¿No estaba tan convencido de querer jugar en Olimpia?
No era eso, lo que pasaba es que yo quería jugar y no me daban la oportunidad, además no me gustaba cómo vivíamos. La última vez que me vine fue a inicios del torneo Apertura 2015, yo pedí que me prestaran a Marathón y al final Osman dijo que no, que yo tenía que jugar como fuera en Olimpia, yo me enojé y me vine dos meses para San Pedro Sula, luego Nerlin me llamó y me explicó que venía un clásico y que iba a jugar, que luego decidiera irme donde quisiera, esa vez jugué y después las cosas cambiaron, me ofrecieron un contrato mejor y ya este torneo participé más.
Olimpia le ha aguantado de todo…
Sí, creo que me han aguantado demasiado, mis compañeros me decían que si ellos hacían eso de irse y no seguir entrenando que los cortaban del equipo, y que yo tenía suerte que me aguantaban las rebeldías, todo eso era parte de mi inmadurez.
¿La falta de proceso en selecciones le ha pesado?
Siento que sí, hubo un tiempo que estaba motivado, me dijeron que Pinto me iría a ver jugar, que él había preguntado de dónde me habían sacado y que posiblemente me iba a llamar a la Sub-23, en ese momento yo estaba jugando en las reservas, luego me subieron al equipo de primera y Vargas me dijo que Pinto había preguntado de nuevo por mí, así que yo esperaba que me llevara al menos de invitado a un microciclo, pero no se dio. Quizás sea en la Selección mayor donde pueda tener mi oportunidad algún día.
PUNTOS CLAVES:
¿Si no hubiese sido futbolista, que habría sido?
Le decía a mi mamá que iba a ser profesor, me gustaba mucho estudiar, ella decía que yo era bien inteligente para los estudios, pero luego con el fútbol los dejé a un lado. Pero este año quiero terminar la secundaria, me faltan dos años para graduarme del colegio, después quiero entrar a la universidad.
¿Es activo en redes?
Sí, tengo Facebook, Instagram, Snapchat, me gusta mucho pasar conectado, tengo bastantes seguidoras.
El del brazo izquierdo significa amor y paz, también representan a mis tres amores: mi abuela, mi hermana y mi hija. También tengo imágenes de la marca Jordan, desde niño soñé comprarme siempre mis cosas de la marca Jordan, antes no podía, ahora sí puedo hacerlo.
DATOS CLAVES:
21
Partidos en primera división ha disputado con el Olimpia en tres torneos.
1 Gol ha anotado, se lo hizo a Platense el 19 de noviembre de 2015. Tiene 2 títulos y 1 Copa Presidente.
SU PLATO:
Favorito es el pollo y chuleta con tajadas.
CONTRATO:
Con Olimpia tiene dos años y medio de contrato.
