Los colegios y proyectos deportivos en sus primeros 20 años dirigiendo a equipos no profesionales solo fueron un inicio para un hombre que denota liderazgo cuando se habla de dirigir a un club y esto le valió para conquistar el ascenso a la Segunda División con Bucaneros asistiendo a Mario Chávez, un hombre tímido ante los medios, pero con mucho carácter y compromiso en el terreno de juego.
Hace algunos algunos años era un sueño para él, ahora los está viviendo tras dar sus primero pininos en el verdadero fútbol, aunque sigue tierno, aprendiendo y tomando los retos.
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Si bien es cierto, la plantilla de Bucaneros no la conforman jugadores de élite, tampoco que hayas escuchado sus nombres en la televisión. Son solo un grupo de apasionados al fútbol que en su mayoría son empleados.
'Algunos laboran en el departamento de cámara fría, mantenimiento y bueno ellos tienen que hacer su trabajo de ocho horas, ahora cuando les toca ponerse los tacos lo disfrutan', reveló Manfredo.
Pese a todo ello desveló que 'el éxito de Bucanero ha sido por el esfuerzo, humildad, el hambre que siempre ha tenido aparte de creer en sí mismo. A los jugadores siempre estuvimos recalcándole que se la tenían que creer. Bucaneros es como una familia que nunca hemos visto de menos a los rivales.
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A sus 45 años, Manfredo Reyes no se raja y quiere seguir aprendiendo y creciendo como entrenador. Ante ello contempla en que si eso le abre las puertas en una selección menor de Honduras en un futuro como entrenador, sería el hombre más bendecido.
'Si Dios abre puertas porqué no soñar; soñar no cuesta nada. Si es la voluntad de Dios pues bienvenida sería esa tremenda bendición', concluyó.