Liga Nacional

El conmovedor relato de la viuda de Fátima Valerio en sus últimas horas de vida

Atanasia López, pareja del exguardameta le reveló a DIEZ cómo pasó sus últimos meses antes de su muerte después 31 años de relación.

2019-05-12

La sonrisa del pueblo se apagó hundiéndose en la agonía de sus últimos días hasta el fallecimiento del exfutbolista hondureño Fátima Valerio, quien durante su tiempo en vida brilló en el fútbol de la Liga Nacional de Honduras con el Marathón en la década del setenta.

La muerte visitó como intruso la humanidad de Valerio el sábado 11 de mayo en la comunidad de Corozal tras varios meses postrado en la cama sucedido de una diabetes.

Hoy su pareja lo recuerda con decoro traducido de un episodio conmovedor en sus últimas horas de vida.

“Nunca tuve problemas con él, nos entendíamos a pesar de que yo ya tenía nietos cuando viví con él, viví momentos emocionantes con Fátima porque él era una persona alegre. Sus últimos días fueron buenos hasta que se enfermó después de meses postrado en la cama desde el 17 de agosto 2018”, comenzó diciendo, Atanasia López, viuda de Fátima Valerio.

Foto: Diez

“Mi deber era cuidarlo y cuando lo miraba deprimido le consultaba -qué tienes amor- mientras lo besaba. Sus últimas palabras fueron -si no te hubiese hallado negra, qué sería de mí”, alzó casi sollozando.

Ante ello detalló entre lágrimas que “las últimas horas me tocó limpiarlo constantemente. Después de última comida me dijo que me veía cansada, me mandó a descansar, pero cuando regresé ya se había ido, no quería que lo viera morir”.

La aventura significante de amor entre el exguardameta y López duró 31 años, desde aquél día en que él le extendió la invitación para poner los cimientos de una relación duradera.

Foto: Diez

“Lo conocí en San Pedro, yo estaba vendiendo comida en ese momento cuando él lavaba carros. Hubo un tiempo que le tocó marcharse al barco y cuando regresó me ofreció una relación seria, me dijo -yo quiero una mujer trabajadora como usted para que hagamos una vida-“, dice.

Y agrega: “Me hará mucha falta, ese tiempo que tengo de vivir con él, ni regañadas, ni insulto, porque siempre nos tratábamos con palabras dulces. Fueron momentos especiales, pero es la ley de Dios, qué le vamos a hacer”, cerró.

Valerio deja su sello y semblante de felicidad que lo caracterizaba a sus 79 años edad, sus últimos años se transportaba en un carrito de madera. El pueblo y el fútbol le recordará.