Liga Nacional

La deuda financiera del Vida y un proyecto ambicioso en la Liga Nacional

La entidad cocotera tiene al menos 13 millones en deuda con un déficit de 2 millones de lempiras anuales. Una estrategia con socios podría cambiar el destino, según su presidente.

2019-05-13

Desde hace cinco años el Club Deportivo Vida ha caído en una crisis financiera que los ha privado de alcanzar objetivos mayores en su paso por la Liga Nacional de Honduras traducidos de momentos amargos, días críticos, baile agónico con el descenso y ausencia de hazañas memorables que encaminen al equipo a pelear finales.

En la última campaña (Torneo Clausura 2019), en sus primeras siete jornadas el entrenador de turno, Raúl Martínez Sambulá dejó al equipo en una situación compleja, sucedido de él, Héctor Castellón tomó las riendas, pero en la fecha 11 el equipo ceibeño llegó a firmar su peor racha de encuentros sin ganar en las últimas dos décadas.

Vida llegó a igualar lo sucedido en el campeonato del Clausura de 1998-99, siendo sus goles anotados la única diferencia 6 goles a favor y 21 en contra (2 goles menos anotados y tres más en contra).

Sin embargo, tras el resto de las jornadas dramáticas Héctor Castellón logó prevenir que el equipo peleara una cuadrangular para pelear por el no descenso al empatar ante Motagua en el estadio Nacional de Tegucigalpa, apoyado por la combinación de resultados entre Real de Minas ante Marathón y Honduras Progreso vs Juticalpa.

Ante este resbalón del campeonato que alarmó a la ciudad y directivos por la incertidumbre de quedarse sin representación en la Liga Nacional de Honduras, el presidente del equipo, Roberto Dip ha salido al paso con una propuesta económica y social para cambiar el rumbo del equipo en las próximas temporadas.

Se trata de una firma de socios (hasta el momento hay 70) con los cuales se busca obtener una meta de 500 mil lempiras mensuales -que cubra con al menos el 75% del pago de la planilla (750 mil lempiras mensuales) para contratar jugadores referentes, invertir en las reservas y mejor estructura del equipo para ponerlo a nivel de los grandes equipos.

“El equipo no puede depender de un directivo, este servidor ha comprometido su patrimonio y con eso se ha mantenido el equipo. Tenemos que buscar otras soluciones, los patrocinios son limitados. Si disminuimos la planilla podremos comprometernos en pelear descenso siempre”, detalló el presidente Roberto Dip.

Actualmente el Vida tiene una deuda de al menos 13 millones de lempiras en concepto de pago a la EEH, proveedores de transportes, viviendas y directivos como en el caso del propio Dip (11 millones en préstamos y concesiones de su patrimonio); sumad a eso, además, un déficit de 2 millones de lempiras cada año del cual esperan salir de ello con el aporte de los socios y venta de jugadores.

Las actividades como el “Vidatón” fue el primer paso con la recaudación de 1.6 millones de lempiras, el resto de la meta (3 millones) fue completada por demás aportadores y préstamos.

¿Quién será el entrenador?

La continuidad de Héctor Castellón es prioridad en el conjunto ceibeño. Según manifestó Dip “estamos interesados en renovarlo, esperamos que así sea, él está cómodo, se siente a gusto en la ciudad así que esperamos que en los próximos días se pueda firmar”.

Ante ello manifiesta que “no hay ningún jugador con nombre” sobre la mesa para contratar, pero “pero estamos claros de reforzar algunas posiciones” de los cuales DIEZ conoció que buscarían fortalecer la línea ofensiva, como primer punto con la reincorporación de Jamal Charles.

“Si logramos la meta este equipo va a pelear los primeros lugares e irá por el campeonato, pero no solo se trata de contratar a jugadores caros, hay que tener una buena estructura para que los jugadores nuestros (reservas) tengan la oportunidad de jugar en el primer equipo”, cerró Dip en cuanto a la proyección de fichar jugadores referentes. “Todo se hace con una buena base financiera, y eso no lo hemos tenido”.