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Desde tempranas horas se comenzó cerrando los accesos. Las tres calles que dan al Yankel Rosenthal están habilitadas únicamente para tránsito peatonal.
En esas postas comienza la revisión de los aficionados donde no se permite que pasen con botellas, astas de banderas como tubos o palos, sombrillas y armas blancas y de fuego.
Bien resguardado el espectáculo
Hasta la tanqueta del ejército hondureño se encuentra en las afueras del estadio por si existe algún inconveniente para poder disuadirlo lanzando chorros de agua.
Han sido 700 elementos de seguridad que ya tomaron posesión en calles, graderías, portones y cancha pues se ha catalogado como un juego de alto riesgo; aunque solo se permite aficionados del equipo local Marathón que han comenzando a llegar al coloso verdolaga.
En los portones, la policía femenina es la encargada de revisar que las damas, se cuidan todos los detalles para que el encuentro se pueda disputar en paz. Hasta el momento no se reportan hechos que lamentar.
