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Llegó pasadas las 9:30 de la mañana y se marchó antes de las 10:30. En ese tiempo escuchó y firmó el pacto de conformidad con la Fiscalía por el que acepta dos años de cárcel, que no cumplirá, y el pagó de 18,8 millones por cuatro delitos fiscales.
A la salida, ya sin ir de la mano de Georgina, Cristiano volvió a detenerse para firmar algún que otro autógrafo.
También escuchó sin inmutarse las muchas preguntas lanzadas por los periodistas. Solo se le escapó una ligera sonrisa cuando le preguntaron sobre un posible regreso al Real Madrid.
'Ya está, ya está. Todo perfecto', se limitó a decir el delantero portugués, informó el diario ABC.