Las selecciones de Honduras y Canadá se medirán este jueves en el estadio Olímpico en el primer encuentro de esta triple fecha eliminatoria de Concacaf y desde el país del norte no olvidan lo que vivieron en 2012.
En el cierre de la cuadrangular rumbo a Brasil 2014, la Bicolor aplastó 8-1 a los de la “Hoja de Maple” y se clasificó al hexagonal final.
Aquel recuerdo sigue palpante en el recuerdo de los jugadores canadienses que sufrieron el “infierno sampedrano” en carne propia.
“En ese momento del primer gol, se sintió como si los 40 mil aficionados vinieran en estampida por las gradas hacia nosotros. El estadio se volvió loco. Nunca antes había experimentado algo tan ruidoso en mi carrera”, contó al portal cbc.ca el exvolante Terry Dunfield, quien se quedó aquella tarde en la banca sin ver acción.
“Los primeros cinco minutos, las cosas podrían haber sido muy diferentes para nosotros... Incluso ahora, realmente no puedo identificar lo que sucedió. Simplemente fue de mal en peor”, agregó.
Canadá se fue a camerinos al final de los primeros 45 minutos con un marcador de 4-0 en contra. Dunfield recuerda que intentó animar a sus compañeros, pero estaban destrozados.
“Entramos al vestidor en el medio tiempo, y estamos abajo 4-0. Recuerdo que estaba muy tranquilo y me levanté y dije: “Vamos, muchachos. Vamos, salgamos de esto”. Y recibí algunas miradas divertidas, como “Vamos, hombre. Siéntate”, dijo Dunfield, riéndose al recordarlo.
Continuó la “masacre” en el segundo tiempo
Canadá retornó al césped del Estadio Olímpico para el complemento con el objetivo de limpiar la cara, pero al minuto 56 ya había encajado dos goles más y perdía 6-0.
David Edgar, exdefensor canadiense y ahora asistente técnico en el Forge FC, describió lo que sintió en ese instante.
“No hay otra manera de describirlo que decir que quería que el suelo se abriera y me tragara. A medida que entraba cada gol, simplemente pensaba que no podía ser real. Quería salir del campo, solo quería despertar porque eso no podía ser real. Eso es lo que pasó por mi mente”.
Canadá respondió con gol de Iain Hume, pero Carlo Costly y Jerry Begtson terminaron de sellar la goleada.
Esto trajo al siguiente día la renuncia del entrenador Stephen Hart al día siguiente y Edgar recuerda que el viaja de regreso a casa fue inquietantemente silencioso.
“No se dijo mucho. Nadie sabía qué decir”, Dijo Edgar. Dunfield por su parte cerró que “Éramos como zombis en el aeropuerto. Simplemente caminamos aturdidos. Era como si todos estuviéramos esperando despertar. Esa es la mejor manera en que puedo describirlo”.
