Liga Nacional

Ponce Morazán: 'El daño que me hizo Reynaldo Salinas es como el de un sicario'

Orlando Ponce Morazán cuenta la verdad sobre lo que pasó con el reportaje que hizo Reynaldo Salinas de la supuesta pobreza en la que vivía su mamá en El Paraíso

2017-04-21

Polémico, controversial y sin pelos en la lengua, el reconocido periodista y narrador hondureño, Orlando Ponce Morazán, se siente en la 'Silla Eléctrica' de DIEZ con Limber Pérez y revela su verdad sobre el caso Reynaldo Salinas y la polémica por el reportaje que le hizo a su madre.

Ponce, conocido como el 'Pum, Pum' Morazán, además revela y lanza una fuerte acusación contra el que es su compañero de trabajo en la compañía televisora de quien dice que tiene miedo que lo envenene. Ponce no se guardó nada y sacó el rifle y le dispara a todo lo que le preguntamos.

Ponce, ¿se te ha hecho difícil convertirte en uno de los mejores periodistas deportivos de Honduras?
Supercomplicado porque desde la niñez he vivido con mucho sacrificio, mucho trabajo. Es bueno que la gente sepa lo que me ha costado estar donde estoy. Desde los siete años he trabajado con mi familia. Me formé en una panadería con mucha honra a la edad de siete años; aprendí a hacer todo tipo de pan. Me tocó trabajar en una tabacalera, pues Danlí es una zona de mucha producción de tabaco; es uno de los principales rubros que tiene el departamento de El Paraíso. Además trabajé en distribución y ventas en el bazar San Jorge en Danlí. Era de unos árabes. Yo era vendedor, andaba en bicicleta, fui de los primeros que anduvieron en bicicleta de carga.

Ver: ASÍ QUEDÓ EL SORTEO DE LA CHAMPIONS LEAGUE

¿Ya eras un adolescente, todo un muchacho?
No, mi primer trabajo fue en la panadería, por la mañana iba a trabajar ahí y en la tarde asistía a la escuela para hacer la primaria. Después trabajé en una tabacalera, igualmente combinando los estudios; estaba en la escuela Pedro Nufio de Danlí, una de las más emblemáticas, y después fui agente vendedor, vendiendo mercadería para Danlí, El Paraíso y el Valle de Jamastrán entre los 7 y los 12 años. En esos años compaginaba la escuela con todos los trabajos que te acabo de decir.

Entonces fue una niñez extremadamente sacrificada.
Sí, pero tenía que hacerlo porque era el sustento de mi familia. Además desde niño tenía la meta de desarrollarme y no tenía las mejores condiciones económicas para hacerlo; me costó, con todo el agradecimiento para mi familia, mi mamá, mi papá, mis tíos, para que pudiéramos tener por lo menos lo necesario, vivienda, vestuario y alimentación, pero como la alimentación es lo de más, había que combinar para poder hacer este tipo de trabajos que me ayudaron a ser un persona que aprendió a valorar mucho la vida.

Pero cuando estabas en la panadería ¿qué era lo que hacías?
Primero era ayudante de los horneros en la panadería Imperial en Danlí y en la tabacalera hice varias coas: pesaba todos los habanos y luego ayudaba a empacarlos y después aprendí a hacerlos. En El Paraíso, la mayor cantidad de gente se dedica a ese tipo de actividades, desde niños empiezan a trabajar ahí.

¿Fumaste, comías tabaco en ese tiempo?
No, nunca he fumado; claro que era fumador de segunda mano porque sentí todos los efectos que genera la nicotina, me tocó vivirlo, pero no fumaba. Conocí todos los sabores de habano, cómo se empacaban, cómo se producían, conocí todas las plantaciones en Argelia, en Jamastrán, inmensas plantaciones que luego se exportaban a Estados Unidos y otros países.

Cuando ya estabas en Tegucigalpa, ¿cuándo lograste egresar de la universidad?
Después de eso, a los 12 años, cuando tuve que entrar a secundaria, estudié en el Departamental de Oriente, que es un instituto público como la escuela Pedro Nufio; allí estuve entre los 12 y 18 años. Para terminar mi secundaria tuve que seguir trabajando. Me gustaba mucho andar distribuyendo producto, era uno de los que andaban en bicicleta y cosas así. Digamos que ese fue el trabajo con el que me quedé durante algunos años antes de tomar alguna decisión diferente e ingresar como locutor de radio.

¿Qué sucedió cuando entraste como locutor de radio? ¿Había una gran diferencia, se volvía fácil la vida para Ponce?
No, claro que no; seguí haciendo las dos cosas: el sustento de mi familia y generando los recursos combinados para sufragar los gastos del estudio. Estudié en dos etapas y mi familia hacía todo lo posible para darme lo que necesitaba, pero no alcanzaba y como yo veía que no alcanzaba lo que se generaba, tenía que hacer mis propios esfuerzos para que mi familia no se desbalanceara porque tengo hermanos, soy de una familia de hijos solo de mi mamá, Esperanza Ponce, y de mis padres porque tuve dos padres, uno biológico y uno adoptivo. No crecí con mi papá biológico, sino con mi padrastro, y los dos tenían varios hijos, o sea que soy hermano de dos familias.

Ya que has mencionado a la señora Esperanza Ponce, aquí la gente cree que eres un mal hijo.
Me da risa eso porque las personas que me vieron crecer en Danlí son los mejores testigos, las personas que me conocieron desde niño. Crecí con mucho orgullo con mi mamá y mis hermanas en diferentes barrios; ella no residía en un solo barrio. Viví en el barrio Polo Nuevo, Carmelo, la Reforma, las Once; vivimos en varios barrios, tuvimos algunas casas. Mi papá adoptivo era un gran constructor de casas en El Paraíso. Construía viviendas y me tocó vivir en varios lados. Para la gente que no lo sabe, además del esfuerzo que tuve que hacer para subsistir, estudiar y ser una persona diferente, para llegar hasta donde he llegado, inicié muy temprano en las iglesias evangélicas. Me puedo sentir orgulloso de que fuimos fundadores con mi familia de varios movimientos religiosos en Danlí durante mucho tiempo con la iglesia Centroamericana, Profecías de Dios, Asambleas de Dios. Hice todo el proceso. Mi familia me inculcó desde niño congregarme y asistir a la iglesia. Yo iba a las escuelas dominicales, fui durante toda la etapa, unos siete años; visitaba permanentemente las iglesias y mi familia es de mucha devoción, son muy devotos de las iglesias evangélicas y ahí te enseñan a construir el bien, sembrar para cosechar y en la medida de lo posible yo trataba de ayudar a la gente a través de actividades, desde muy pequeño.

¿Te molesta que se especule tanto que Ponce es mal hijo, que no ha compartido con su mamá, lo mediático, que por cierto sacó tu compañero de trabajo Salinas en un reportaje?
Sí, lo que pasa es que hay que conocer bien las historias, llegar hasta el fondo para ver cómo se dan las cosas. Todo tiene un sentido en la vida, cómo llegan a darse las cosas y por qué se dan. Uno nace, crece y empieza a definir su vida. Estudias, sales de la escuela, te gradúas en el colegio si tienes las posibilidades como lo que yo viví. Le agradezco enormemente a mi familia por todo lo que hicieron para desarrollarse en medio de todas las procacidades que se viven en las provincias, en las aldeas. Después vos estudias, te gradúas, terminas el colegio y viene tu segunda etapa en la que te casas, asumís nuevas responsabilidades y te vas dando cuenta de cómo se dan todas las cosas cuando uno empieza a desarrollarse y cómo van cambiando.

¿Quiere decir que cuando ya tomas la responsabilidad de casarte se puede creer que te desligas de tu familia?
No, no me desligué, pero en ese momento ya tenés dos tipos de responsabilidades: la de ayudar a tu familia materna o a tu papá, sobre todo a ellos, tu papá o tu mamá y tu familia; vienen tus hijos y tenés dos tipos de responsabilidades y la gente a veces se equivoca porque piensan que las personas que llegan a los medios de comunicación, trabajan y se destacan porque son talentosos, ganan mucho dinero, pero eso es falso. Te lo han dicho a vos varios periodistas: esa es una falsa percepción de la sociedad. Los que tienen dinero en los medios de comunicación son los dueños de medios, los que han logrado ser propietarios porque de los que somos empleados, directa o indirectamente, la gente dice que tenemos dinero y eso es falso.

Foto: Diez

¿Cuál era la intención de ese reportaje? ¿Te querían dañar?
Sí, es que ese tema tiene una connotación de otro tipo. Reinaldo Salinas me pidió ayuda cuando me nombraron director ejecutivo de Deportes en el gobierno de Juan Orlando Hernández. Me pidió ayuda para unos proyectos que tenía en el departamento de El Paraíso y no le pude ayudar porque la institución que era antes el Ministerio de Cultura Artes y Deportes después fue degradada y la hicieron dos direcciones, una Dirección Ejecutiva de Deportes y una de Cultura y Artes, y no ha tenido ni tiene presupuesto para hacer estos proyectos. Él quería hacer un proyecto con arbitraje y todo, pero quería que se le apoyara con el doctor Nery Cerrato, que él sabe lo que estoy en este momento diciendo, pero no lo pude apoyar y creo que de ahí viene el resentimiento para empezar con otras personas a tratar de afectarme. La verdad es que entré en política en el año 2011.

¿Ese reportaje al final llevaba segundas intenciones?
Sí, llevaba intenciones. Se confabuló con otras personas con el afán de hacerme daño, al extremo de que el señor Salinas cometió el delito de usurpación porque se hizo pasar por un empleado de Vida Mejor, del Gobierno de la república con el afán de envolver a mi mamá, aprovechándose de que yo no estaba en Honduras, estaba en República Dominicana en una misión de Estado. Él fue a decirle que la andaba buscando desde hace mucho tiempo para hacerle un reportaje y dárselo al Gobierno para que a mi mamá le hicieran una casa con las mejores condiciones y de esa manera la engañó, confabulado con un reportero de una televisora de Tegucigalpa y dos personas más que se prestaron para hacer todo este juego. Para que la gente vea la maldad que puede existir en una persona. Este señor Salinas fue contratado para hacer esto.

¿Sentís que alguien le pagó para hacer esto?
Mi familia me lo dijo, me lo contaron mi mamá y mis hermanos. Vos te acordás de toda la historia.

¿Esto no fue una historia contada por un periodista?
No, él fue contratado y, como ya tenía resentimientos, lo contrataron para que fuera a hacer un reportaje aprovechándose de la situación y la anduvo buscando por diversos lados hasta que la pudo encontrar porque es un usurpador y no es periodista, no tiene ningún título, ningún reconocimiento como periodista, ni de la Asociación de Periodistas Deportivos de Honduras; por lo tanto es un doble usurpador: es un usurpador por decir que era un empleado de Vida Mejor, lo cual no es y no lo pudo demostrar y mi familia lo sabe porque está sumamente indignada por esto. Número dos: no es periodista para ejercer esas funciones permitidas por la generosidad que hay en este país, ya que aquí cualquiera puede trabajar en eso.

¿Conoces alguna supuesta cantidad de dinero que pudo haber cobrado para hacer este trabajo?
Sí. Nos informaron en Danlí que le pagaron 10,000 lempiras; eso le dio la gente que lo contrató para que hiciera esto. Mira qué interesante: cuando Salinas fue a la casa de mi mamá estaban mis hermanas. Yo estaba en República Dominicana. Fue a la casa, mis hermanas le preguntaron qué buscaba y les dijo “ustedes, hijas de la gran puta, se salen de aquí porque vengo a hacer un trabajo con ella; por eso me pagaron a mí, para hacer el trabajo con ella, así que ustedes se me van ya de aquí”, y las sacó, las corrió de la casa y se quedó solo con mi mamá para entrevistarla. A ese extremo llegó Salinas con el afán de realizar el trabajo que le habían dicho. Él sabía que si mis hermanas estaban ahí, no iban a permitir que mi mamá diera declaraciones.

Pero al final esto es falta de ética: compañeros de trabajo buscando la manera de hacerte daño. ¿Cómo está tu relación con Reinaldo Salinas?
Nunca fui amigo de él, nunca lo he considerado una persona de la que yo pueda decir que soy su amigo. La relación con él fue estrictamente profesional, atendiendo el asunto de que tenemos que relacionarnos en la empresa de Televicentro, pero no le hablo y antes tenía muy poca comunicación con él. No lo considero una buena persona. No lo es: tiene malas intenciones con las que ya ha hecho daño, incluso a otras personas, no solamente a mí, pero obviamente soy el más mediático y aquí es a quien le van a apuntar.

¿Cómo le haces cuando lo encuentras en las instalaciones?
No le hablo, no tengo ningún tipo de relación con él, solamente participo profesionalmente en un programa. No tengo ningún tipo de relación con él. Es una persona malintencionada, perversa, nociva. Sabe y está consciente porque ha ofrecido disculpas en cualquier cantidad de medios, llama a las radios, a las televisoras y ofrece disculpas por lo que hizo, pero sabe el daño que hizo y lo hizo porque le pagaron.

¿Pero vos has aceptado las disculpas?
No se las he aceptado; solo lo escucho. Me dice “Ponce, discúlpeme”. No se las voy a aceptar porque el daño que me ha hecho ninguna persona lo ha hecho. Que solamente porque le nieguen ayuda alguien diga “hagámosle daño a este, busquemos cómo lo paramos porque su popularidad política está creciendo mucho; le vamos a hacer este daño”. Él me hizo mucho daño y sabe que no tengo ningún tipo de relación con él ni me interesa tenerla, nunca la he tenido y espero no tenerla. Si lo encuentro y me dicen que tengo que estar con él en un partido y me dicen que va a comentar, lo hago profesionalmente, pero fuera de ahí no tengo ninguna relación con él.

Foto: Diez

El reconocido periodista Orlando Ponce Morazán mientras hablaba con Límber Pérez de DIEZ.

¿Pero tuviste alguna conversación con él para aclarar esto y preguntarle?
No, no tengo nada de que hablar porque ya me dijo mi familia cómo sucedió todo, qué fue lo que hizo, la coacción que hizo contra mis hermanas para sacarlas y lograr su objetivo. Son envidias que me generaron por haber ingresado en política y haber entrado al Estado. Para eso gasté los recursos que tenía; el dinero que recibía de mis empleos lo utilizaba para hacer obras solidarias. Trabajé mucho en reconstrucción de plazas, parques, casas, con las ligas de futbol, sin utilizar recursos del Estado.

Cada vez que Salinas llega a Televicentro los días que le toca presentación, siempre trae elotes de El Paraíso. ¿Comparte con vos?
No. Antes, cuando él no había hecho el daño que hizo, que para mí es como el de un sicario, lo que hizo es como lo que hace un sicario porque es con premeditación, alevosía y ventaja, y él usó esas tres cosas, con ellas hizo lo que hace un sicario, en términos figurados, y buscó destruirme. Gracias a Dios no lo logró y muchísima gente en todos lados obviamente al principio me insultaban y a lo mejor después de esta entrevista va a pasar lo mismo. Pero eso ya me resbala porque he sido una persona permanentemente polémica y controversial y por eso no voy a perder la cabeza, pero muchísima gente en los lugares públicos a los que voy saben lo que él hizo. Entonces, él está marcado.

¿Pero antes del problema vos comías elotes, compartías?
Antes, él llevaba rosquillas y rosquetes y me daban una bolsa y lo que yo hacía era regalárselos a uno de los compañeros.

¿Antes del problema?
Sí. Es que con todo el mundo tiene un afán de quedar bien. Es un arrastrado que anda regalando a todo mundo. Es un arrastrado. Antes a todo el mundo le daba y ellos lo agarraban, pero yo generalmente lo regalaba y después de lo que pasó ese jodido me puede envenenar. ¿Cómo crees que le voy a agarrar? Ese me puede envenenar. A ese no le agarro nada.

¿Y por qué no lo trompeaste? ¿Qué pasó?
No porque soy una figura pública y el más afectado voy a ser yo. A él casi no lo conoce la gente, no tiene efecto mediático y nunca lo ha tenido; entonces, si hago eso, el más afectado voy a ser yo porque me voy a exhibir y hacer algo que no debo hacer. Creo que las cosas no se resuelven a través de la agresión. Sería lo más fácil enfrentarme y resolverlo, pero me afecta, por cualquier cosa que yo haga soy el más afectado y debo ser inteligente; no he caído en ese tipo de provocaciones o que la gente me diga eso, pero hay un trámite legal que la gente está haciendo y él va a tener que responder ante los tribunales de la República porque incurrió en varios delitos y va a tener que decir ahí por qué lo hizo, quiénes le pagaron.

Pero he escuchado que hasta de extorsionador has tildado a Salinas.
No. Lo que he dicho es que si a vos te pagan por hacer un trabajo, es un delito por el simple hecho de invadir la intimidad de alguien, y no digamos el núcleo familiar, porque si yo me pusiera a contarte toda la información que me han dado de cómo es el señor Salinas, si te dijera que una exesposa suya hipotecó una casa para ayudarlo económicamente y que él iba a pagar ese préstamo y no lo pagó y esa casa se la quitaron a la señora en una cooperativa de Danlí por un préstamo alto... Él no pagó. La exesposa es maestra. Tenemos gente relacionada en estos núcleos. ¿Crees que puede ser buena persona alguien que usa a su esposa, ella le sirve de aval, le da sus documentos para hipotecar la casa y que él pague un préstamo, pero no pagó el préstamo y a la señora le quitaron la casa y los hijos se van del país. Me gustaría que toda la gente que juzga y critica conozca la vida de él y mi proyección e integración con mi familia está lejos, pero lejos, de la de él. Todas mis hermanas viven juntas, algunas viven con mi mamá y yo he apoyado en la medida de lo posible, he ayudado. Me siento muy orgulloso de mi mamá, de Esperanza del Carmen Ponce. Quiero que viva conmigo, pero sabes que a la gente del interior no le gusta vivir en Tegucigalpa.

¿Pero le envías algo, le ayudas?
Sí, le estoy haciendo una casa.

¿Donada por el gobierno?
No, una casa mía, con mi dinero y recursos estoy construyendo una casa en Danlí para mi mamá.

¿Pero por qué no la construiste antes?
Es complicado esto, no es fácil hacer una casa. Ahí vamos al mismo tema: la gente cree que porque vos llegas al Gobierno o sos periodista, sos millonario. Soy una persona trabajadora a la que la vida le ha costado. No es fácil. Te voy a decir algo: fíjate que en las instituciones del Gobierno como en la que trabajé me tocaba echarles combustible a los carros porque no había combustible, me tocaba cambiarles las llantas porque estaban punchadas, me tocaba dar viáticos, comida, alimentación a mis compañeros porque no había, porque es una de las instituciones más pobres que tiene todo el Gobierno, al igual que las instituciones de tu comunidad, Sedinafro. Esas dos son las más pobres. A los carros había que sacarles la batería de uno para otro, se paraban y no sabíamos qué hacer. Entonces de mi dinero les ponía combustible a los carros y me daba decepción estar en una institución donde no se podía hacer nada, donde no había gasolina ni viáticos porque los automóviles estaban dañados, todos malos, y no había manera de arreglarlos. Yo los mandaba a los talleres y los reparaba, pero era dinero de mi bolsa.

ATENCIÓN: A las 2:00 pm subiremos la segunda parte en la que atiza con todo contra sus detractores... Además revela que le robaron la diputación. ¿Qué piensa de Oswaldo Ramos Soto? Estará imperdible. 'Quería buscar fama y por eso me hizo daño', dice a uno de sus colegas.