Liga Nacional

Klifox Bernárdez: 'Me enorgullece decir que he vendido pan de coco y pescado”

El defensor oriundo de Corozal viene de una familia humilde de pescadores. Actualmente posee seis medallas de campeón con el Motagua.

2019-06-12

El camino hacia el éxito es contagioso y esto viene sucedido de un sueño de niño que más allá de lo que parece inalcanzable, llega a ocurrir a través de la perseverancia y esfuerzo.

Quién diría que hace al menos seis años la carrera del futbolista y defensor hondureño Klifox Bernárdez se haría realidad, cuando en los pininos de su carrera aún yacía en las playas de la comunidad garífuna de Corozal buscando subsistir a través de la pesca y venta de alimentos, algo que no le avergüenza, ni siente pena por ello.

“Solía pasar jugando en la playa, pescaba en el mar y lo sigo haciendo. También vendía pan de coco y pescado en la ciudad y acá en Corozal, siempre he luchado y trabajado por lo que quiero”, expresó.

Klifox viene de una familia humilde de pescadores que ha encontrado en el fútbol un escape hacía el éxito y según él, sus orígenes es algo que le llena de orgullo.

“Por qué razón me daría pena decir que lo he hecho, eso más bien me enorgullece ver a mi familia bien y estar feliz de lo que he hecho y he logrado”, dijo.

Hace cinco años hizo su debut con el Motagua en la Primera División, y aunque no lo parezca así, en su palmarés presume de haber estado en los seis títulos de Diego Vázquez en los últimos años (incluyendo la Supercopa del 2017).

Según le reveló a DIEZ uno de los primeros obsequios que le dio a su madre fue una lancha impregnada con un mensaje especial “Bendición de Dios”. El resto ha venido en secuencia mientras cosecha más éxito.

Foto: Diez

“Lo he invertido en la casa de mi mamá y he ayudado a otras personas que lo necesitan. Dios mediante se vengan más bendiciones espero hacer mi casa y construir lo mío”, dijo.

ÚLTIMA TEMPORADA Y SUEÑO

Pese a quedar campeón en el Torneo Clausura 2019, Bernárdez de 24 años no disputó ningún partido, sus únicas apariciones fueron en el banquillo. De ello asegura no sentirse frustrado, pero sí con las ganas de haber participado.

“Se trata de trabajo, no me gusta poner mala cara. El equipo anduvo bien, fue de lo mejor y gracias a Dios obtuvimos el bicampeonato. Uno siempre está con las ganas de jugar y con las ansias de mejorar cada día, no queda de otra seguir trabajando”.

Ante ello ahora de vacaciones en su pueblo natal, pone la mirada en lo que se viene hacia delante y lo que aspira para su carrera. “Quiero consolidarme, estar en una selección y salir al extranjero”, cerró.