El encargado de confirmar esto ha sido Everardo Herrera, reconocido periodista de Costa Rica que lamentó la muerte del entrenador hondureño y dedicó unas palabras muy emotivas.
Ver: Llanto y consternación en el último adiós a Chelato
Everardo Hererra es un comunicado muy prestigioso y asegura que José de la Paz Herrera llenó de orgullo a toda Centroamérica con su papel en el Mundial de España 82.
Acá la carta que dedicó a Chelato Uclés:
'La muerte de Jose de la Paz Herrera, el Chelato Uclés me hace viajar por mis recuerdos de este ilustre técnico hondureño de fútbol.
Tuve la dicha de conocerlo y tratarlo muchas veces, marcado por su obra mayor: la Honduras que dirigió en el Mundial España 82, que nos llenó de orgullo a todos los centroamericanos.
La condujo a lo grande. Equipo ordenado, compacto, valiente y decisivo que nos asombró a todos con su calidad y buenos resultados, más con aquel empate a uno contra el anfitrión.
Esa Honduras del Chelato Uclés nos hizo ver y sentir el fútbol centroamericano a otro nivel: mostró que se podía y nos hermanó desde la cancha.
Y ya como periodista después encontré en él, acceso a su mundo estudioso, apasionado e inteligente. Vivía para el fútbol.
Eramos seguidores acérrimos de la revista futbolera argentina El Grafico e incluso también quiso acercarse a la selección de Costa Rica, que hizo aquella increíble aventura en el Mundial de Italia 90, que estalló todos los pronósticos .
El Chelato que creció de niño admirando el fútbol de Costa Rica con aquella selección vistosa en el centroamericano de Tegucigalpa de 1955, que serían los famosos Chaparritos de Oro que cautivarían a Mexico en 1956. Él recitaba todos esos nombres de esa hazaña.
Tuvimos cercanía y buena relación e incluso cuando dirigió a principios de los 90 al Cartaginés. Me trató muy bien , fue receptivo y abierto conmigo, disfruté entrevistarlo muchas veces.
Me cautivaba su personaje pero era en esencia un gran hombre, de buena madera, lector, inteligente, astuto y directo.
Ha sido una gran satisfacción compartir con él y le quedo agradecido por su atención y la huella que dejó en el fútbol. Descansa en paz, aquel niño catracho que esos maravillosos ticos de 1955 lo sumergieron para siempre en el balompie y que llegó tan largo.
Hoy profesor: su partida toca el sentimiento de todos los futboleros!!!'.
