El adiós de una carrera de mucho brillo está cada vez más cerca para una Melissa Borjas Pastrana que ya tiene previsto en cuánto tiempo dejará de sonar el silbato.
“Yo siento que ya se va acercando el momento que dé un paso al costado. Hay cosas personales que quisiera alcanzar porque al arbitraje ya le he dado muchos años, pero así como Dios me puso en el arbitraje, así me va a dar el día en que yo me retire”, contó la árbitra de 36 años.
La jueza, quien en Australia y Nueva Zelanda 2023 dirigirá su tercer Mundial adulto femenino, ya se puso plazo para quitarse del chaleco de árbitra profesional.
”Estoy planteándome tres o cuatro años más en el arbitraje. Creo que también es una decisión que depende de Concacaf porque después de retirarme, el paso siguiente es ser instructora para formar árbitros. Quiero seguir esa línea”, reveló.
Melissa siente “la responsabilidad de regresar algo” de lo que tanto que le ha dado el referato y “por qué no formar parte de la Comisión Nacional de Arbitraje para ser encargada de la rama femenina”.
Pastrana ha pitado en varios mundiales y en otras competencias internacionales, pero cree que esa trayectoria foránea no ha ido de la mano con el reconocimiento en su país.
”Cuando se reconoce el trabajo en el ámbito internacional, siempre está esa espinita de lo de casa. Le ha pasado a infinidad de hondureños. Como dice mi mamá: ‘Candil de la calle, oscuridad de la casa’. Muchas veces se sabía quién era Melissa en el campo internacional, pero localmente no se sabía”, lanzó.
En esa misma línea, apuntó: “Si no hubiera sido por el apoyo de Pedro Rebollar, creo que eso no se hubiera dado. Tuvo que llegar un extranjero para reconocer lo que Melissa había hecho a nivel internacional y darle la oportunidad en la primera división”.
