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Carlos Paz, el doctor que se recuperó de un coma para correr maratones

Hace ocho años estuvo a punto de morir por una rara infección que atacó sus pulmones, pero regresó.

2017-11-29

Una larga sesión de ciclismo terminó en una batalla por la vida que el doctor Carlos Paz no esperaba. Era junio de 2009, un domingo precioso, según recuerda, había pedaleado mucho y de repente se sintió muy cansado, “es por el esfuerzo”, pensó.

A las 3:00am del lunes, el doctor se despertó casi ahogado, respiraba con mucha dificultad. “Cuando encendí la luz me vi absolutamente morado y sangraba”, recuerda el galeno.

Fue llevado de emergencia, primero le realizaron exámenes y después fue trasladado a una clínica de San Pedro Sula. Su situación era tal que tuvo que ser intubado fuera del hospital. La vida se le escapaba.

Muchos exámenes, más angustia. Sus colegas redoblaban esfuerzo para ayudar al amigo, pero algo pasaba. Cardiólogos, neumólogos e infectólogos no encontraban que tenía, solo sabían que tenía un pulmón de choque o sea que se llena de agua.

EL COMA
Permaneció en coma durante cinco semanas. Había posibilidad de trasladarlo a Estados Unidos, pero esto se descartó porque el doctor Paz recuerda que estaba: “en una condición de falla multiorgánica, me falló el hígado, el páncreas, se me paraba el corazón a cada rato y había que reanimarme”.

La salud del doctor se fue deteriorando al punto que su esposa recibió un triste consejo: “Vaya comprando el ataúd porque Carlos en horas se va a morir”, le dijeron.

Su condición era crítica, pero lo peor es que no se había determinado que pasaba con sus pulmones. La luz vino de Estados Unidos. Alguien se contactó con un especialista de neumología intensiva en ese país, este personaje se comunicó con la esposa de Paz y dio algunas indicaciones para ayudar.

Antes de esa llamada, el galeno tenía sus horas contadas. Los nueve médicos que atendían su caso se habían rendido: “Esa tarde los médicos se reunieron con mi esposa para decirle que me iban a desconectar porque ya no había nada más que hacer por mí”, recuerda.

Pero la llamada ayudó. Le inyectaron gran cantidad de medicamento que podía matarlo. Comenzó a reaccionar, pero el doctor no lo atribuye únicamente a la acción de la medicina. “Llegaron varias personas a hacer oración por mí, interesante porque yo en ese momento era ateo, de hecho me caía mal ver esas gente alrededor de las camas, porque sentía incomodaban en la atención del paciente y mire lo que es la vida, por una serie de eventos recupere la conciencia”, dice.


El mal que tumbó a Carlos Paz es muy raro. Se llama Neumonía Eosinofílica Aguda, el pulmón se llena de agua y la gente se muere. Solamente el 14% de la gente que sufre está enfermedad sobrevive. Uno de cada 10.

Foto: Diez

LOS RETOS
Después de cinco semanas y con 57 libras menos, Paz fue trasladado a su casa, que se convirtió en una unidad de cuidados intensivos. La recuperación fue muy lenta. Su primer reto fue pararse.
“Nunca fumé, corría, hice ciclismo, comía súper bien, bebía socialmente, me porté bien y me veo con un tubo. Entré en una cólera con la vida, me volví un ser un humano desagradable, me sentía furioso con la vida”, se decía por aquel entonces.

Cuando le preguntó a un colega cuando podría regresar a trabajar, la respuesta fue desalentadora: “me puso la mano en el hombro y me dijo -Carlos no vas a volver a caminar, dale gracias a Dios que estás vivo”.
No se rindió. Los desafíos siguieron. Comenzó a pedir que lo llevaran al Merendón para intentar llegar al rótulo de la Coca-Cola. Los primeros días daba dos pasos y caía de bruces.

Nueve meses después de comenzar con sus escapadas llegó al rótulo de la Coca-Cola hincado, de rodilla: “me vi el pulsómetro y estaba en 240 la frecuencia cardíaca, a punto de un infarto creo yo”, nos cuenta.
“Me tardé como cinco horas en subir ahí. No había nadie, sentía una euforia. Antes de mi caída yo subía la montaña en 25 minutos”, nos dice.

LA MARATÓN
Después comenzó a correr. La idea surgió cuando en una conferencia escuchó a Sandra Di Palma, gurú del running en San Pedro Sula. “La busqué y me quedó viendo -como quién dice -¿podrá este señor?-
El hombre sí pudo.

Dos años después de comenzar a correr y a ocho de haber ganado una batalla que parecía perdida, el doctor Paz se prepara para correr por primera vez la Maratón del Atlántico, el mayor reto para los atletas hondureños.
A sus 58 años correrá 21 kilómetros pues ha tomado el modo relevo, para el otro años el reto es mayor: “Estoy en proceso de correr los 42 a finales del próximo año. Ahí vamos poco a poco, esto hay que tomarlo con seriedad”, dice.

Recomienda correr: “Para mí correr es la manera de decir estoy vivo, así lo veo. Es un hábito que salva vidas”, dice el hombre que escapó de los brazos de la muerte y ahora corre maratones.

Foto: Diez

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