Se supone que toda la familia Alves debe estar feliz tras ver al futbolista de nuevo fuera de la cárcel, al menos hasta que haya sentencia firme y se resuelvan los recursos a su condena a cuatro años y medio de prisión, además de otros cinco de libertad vigilada, alejamiento e incomunicación con la víctima durante nueve años y seis meses, y una indemnización de 150.000 y el pago de las costas del juicio, por el delito de agresión sexual.