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El Blog de Copán Álvarez: 'Olimpia no se puede despojar de esa paternidad ante Motagua'

El comentarista deportivo hondureño de la NBC dio su punto de vista de las semifinales en Honduras.

2016-12-05

Inesperado desenlace en las semifinales, debo aceptar que como pronosticador mejor me dedico al periodismo, aunque hay aficionados que creen que por atinarle a un resultado ya pueden ejercer como periodistas deportivos. Se necesita más que eso, pero no viene al caso y dejémosle soñar.

El clásico deja varios temas que tocar, el primero que Olimpia por más que le ha ganado varias semifinales a Motagua no se puede despojar de esa paternidad en esta clase de partidos. Los Azules volvieron a demostrar que el Gran León no es invencible, que el fútbol hondureño vive y que de vez en cuando se le puede ganar al todo poderoso. Porque es así, Olimpia les lleva una ventaja enorme a todos y ojalá que ésta se acorte algún día por la salud del fútbol criollo.

¿Qué dirán ahora los que gritaban “Fuera Diego”, los que decían que su ciclo estaba terminado, los que dudaban de su título como entrenador, los que mencionaban que no tenía experiencia y los que afirmaban que “Motagua había perdido su mística”?

¿Cuál mística? ¿La de ser octavo y noveno? ¿La de despedirse del torneo un mes antes que su archirrival o la de participar y no competir? ¿Cuál mística me pregunto? Los números no mienten y aquel desconocido peludo que tapó dos penales en su presentación, aquel que le dio jerarquía al arco azul, ahora se mete en la historia de su primer amor catracho llevándolo a cuatro finales como entrenador.

Es cierto que esta tiene que ganarla, pero ha regresado a este equipo a su lugar del que no debe bajar por historia y por su gente, no toda, los mal agradecidos y envidiosos no, por esos no.

Sigo pensando que el mayor mérito es de los jugadores, por la actitud, por las ganas y porque siempre intentaron jugar al fútbol, porque apretaron bien arriba, porque cuando parecía que Olimpia lo daba vuelta se plantaron y manejaron el partido obligando a su rival a tirar pelotazos y centros. El Ciclón contó con fortuna, los palos estuvieron de su lado y también con un enorme Fonseca, aquel al que mataron por el error ante Marathon, mas el fútbol da revancha y Harold lo sabe.

Lo triste llegó del otro lado, con lo sucedido en Puerto Cortés después del partido, las imágenes y los videos que vimos son realmente desalentadores, extraño en el país de las maravillas, donde no pasa nada y la violencia se ha reducido gracias a la notable gestión o mejor dicho versión del gobierno.

En la cancha se impone Platense, con este equipo joven, sin figuras, con un entrenador que ha trabajado tranquilo y lo ha hecho de gran manera como para demostrar que cuando se cree en un proyecto se logran los objetivos.

Yo no hablo de nacionalidades, no discrimino porque destacar o demeritar a alguien por su nacionalidad es discriminar y eso no me interesa. Destaco la capacidad antes que el pasaporte y Clavasquín la ha demostrado sin tener que decir “y eso que es un técnico catracho”. Esa frase es terrible, más que alabarlo lo minimiza.

El fútbol no tiene nacionalidades, se juega bien y mal en todos lados, es cuestión de capacidad y de oportunidades, hoy tenemos la posibilidad de ver una final inédita y hermosa con dos equipos que van al frente y se matarán por ganarla.