Resiliencia, saber sobreponerse a las situaciones adversas y adaptarse. Un término creado para momentos como los que vivimos como país. Los instantes a los que estamos expuestos nos forjan como personas, nos impulsan a tomar decisiones, a unirnos con aquellos que jamás pensamos, nos convierten en protagonistas y por eso decidimos vivir al máximo de nuestras capacidades en momentos críticos.
A lo largo de nuestra historia como nación, se nos ha puesto a prueba un centenar de veces y un centenar de veces hemos respondido; pero lo que hoy estamos vivenciado es un auténtico encuentro de solidaridad. Como sociedad estamos respondiendo, a un hito impresionante, algunos nunca lo habíamos vivido y pensábamos que nunca íbamos a tener está sensación. Extender nuestra mano a quienes lo han perdido todo. Eso nos define como individuos y como un colectivo que busca una transformación en su modus operandi.
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Posiblemente no existe en el ser humano, mayor gesto solidario que la empatía, la capacidad de asemejar la realidad de los otros y de sentirse identificados. Todos los pequeños gestos de amor, van sumando, son incalculables, hoy los verdaderos héroes, somos nosotros, usted señor lector, que ha contribuido con donaciones, que ha ayudado a rescatistas, que ha llevado su lancha a esos nuevos mares, que ha estado horas recolectando ropa, qué se ha movilizado a los centros de acopio y todos aquellos que han realizado esfuerzos que nos parecen sobrehumanos para salvaguardar a los más necesitados de protección. Estoy convencido que no estoy abusando de una palabra de fuertes repercusiones.
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El fútbol me enseñó los valores mencionados anteriormente, así como cualquier otra actividad de buena fe lo puede hacer, pero hoy quise homenajear desde este espacio, a todo un país, que ha respondido con creces y ha logrado estar a la altura de la situación.
